No les estamos sacando la lengua por burla, sino de pura alegría. Es que mami Candy nos trata tan bien y nos tiene tan lindos y gorditos, que las lengüitas se nos salen de la felicidad. Somos Au y Alvin, y vivimos superagradecidos porque ella nos rescató de la calle y nos dio el amor que otros nos negaron. ¡Lo que importa ahora es que los tres nos amamos con locura!