Un concurso de belleza para camellos, realizado en Arabia Saudita, se vio afectado esta semana por un escándalo: decenas de esos animales fueron descalificados, tras descubrirse que se les había inyectado bótox.

Con premios de hasta 66 millones de dólares, el festival del rey Abdelaziz, una cita anual arraigada en la tradición beduina, acoge a ganaderos procedentes de todo el Golfo.

La forma y el tamaño de los labios, el cuello y la joroba son los principales criterios de belleza para distinguir a los mejores camellos, en un concurso que se prolongará hasta mediados de enero en un desierto al noreste de Riad.

“Cuarenta y tres camellos fueron descalificados por hacer trampa”, informó la agencia de noticias saudita SPA. Añadió que los casos de engaño fueron detectados tras un examen físico y médico de los camellos, en particular durante su paso por las máquinas de rayos X.

No es la primera vez que los organizadores del concurso descalifican a camellos inyectados con bótox o sometidos a una cirugía estética, pero esta edición cuenta con el mayor número de descalificaciones registradas desde el lanzamiento del concurso, hace seis años.

“Las autoridades insisten en que los camellos se presenten en su forma natural”, dijo un responsable del festival. En su opinión, las operaciones cosméticas sufridas por los animales deberían considerarse maltrato.

“Los infractores se enfrentan a fuertes sanciones y no tendrán derecho a participar en futuros concursos”, agregó.