La huella imborrable de los asentamientos indígenas en Canóvanas ha quedado plasmada en las gigantescas rocas que bordean sus afluentes, especialmente en los ríos Grande de Loíza y Canovanillas, donde se pueden apreciar los petroglifos que datan de los años de la colonización de la Isla.

Los grabados indígenas corresponden a la comunidad taína, destacó el director de la Oficina de Turismo Municipal, Carlos Colón.

Desde la orilla de la carretera PR- 185, los transeúntes pueden divisar los impresionantes grabados que ubican en el Río Grande de Loíza, lugar que se ha convertido en un punto emblemático de la zona para los historiadores y los visitantes del pueblo haciendo mérito al cognomento de la ciudad “Cuna de los indios”. “Algunos visitantes ya saben que existen, como quiera les hacemos mención; muchos petroglifos se han preservado y están en varios de los ríos de nuestro pueblo”, dijo Colón.

También Canóvanas es conocido como “el Pueblo Valeroso” en referencia a la Cacique Yuisa, quien murió en la rebelión indígena en ese pueblo.

Los petroglifos de este caudal representan, según la historiadora Norma Carrión Portela, un niño en una canasta. “Ese es uno clásico. Es el que se ve a un nene con su cabeza, los ojos saltones como si tuviera unos cuernitos y como si estuviera envuelto en una canasta. Hay otro que aparenta ser la acción del Huracán o un caracol”, destacó Carrión Portela, quien posee estudios conducentes al doctorado en Historia y vasta experiencia en arqueología terrestre con el Instituto de Cultura de Puerto Rico.

La experimentada cronista explicó que la historia dirige su mirada a los asentamientos indígenas en sectores que ubican entre Loíza y Canóvanas, destacando en este último municipio los ubicados en el sector Cubuy.

“Uno de los asentamientos más importantes estaba al mando del indio Canóbana. El indio Canóbana y la india Yuisa eran encomendados; o sea se encomienda ese grupo de indios a un español en particular. Ambos indios fueron pacíficos, les llamaban amigos de los españoles; y protegieron ambos asentamientos. Económicamente ambos asentamientos eran los que enviaban alimentos hacia San Juan. De esa zona era que se proveía la yuca hacia San Juan. Así que, a falta de trigo, casabe. El cognomento de los Indios sí, viene de ahí, de la importancia de estos dos caciques”, dijo la también conferenciante en temas de historia puertorriqueña quien, además, instó a preservar el área de los petroglifos y a fomentar la visita a estos tesoros que guardan un pedazo de historia de nuestro país.