Cassiopea es una hembra de tiburón martillo que mide 8 pies y está embarazada.

Así emprendió un viaje de 700 kilómetros durante 14 días, a un ritmo de 50 kilómetros por día para llegar desde la Isla Darwin, en las Galápagos, en Ecuador, hasta la Isla del Coco, en Costa Rica.

Esta travesía no es extraña ni ajena, es realizada cada año por varias hembras preñadas de la especie Sphyrna lewini. Ellas buscan llegar a bahías de manglares donde dan a luz a sus crías.

Sin embargo, esta es la primera vez que un equipo de científicos monitorea el paso de un embarazo en esta especie marina.

“Entender mejor las migraciones reproductivas que se dan cada año en los tiburones martillo es vital para informar de la urgente necesidad de conservación de esta especie, cuyas poblaciones se están declinando en el Trópico Pacífico Este”, indicó, en un comunicado, Pelayo Salinas de León, científico marino de la Fundación Charles Darwin.

Hormigas caníbales

Una colonia de hasta un millón de hormigas caníbales atrapadas en un búnker nuclear soviético despertó la curiosidad de un equipo de científicos en Polonia, quienes durante años intentaron determinar las razones por las cuales estos insectos del género formica no solo sobrevivían sino que parecían reproducirse sin cesar, aun cuando no había ejemplares en el nido que fueran capaces de dejar descendencia.

Formica polyctena es una especie muy conocida de hormiga roja de la madera, presente en varios países de Europa, y no es que sea caníbal por naturaleza, advirtieron los científicos, sino que debieron comerse a sus pares muertas para lograr sobrevivir ya que, atrapadas, no podían salir en busca de alimento.

A esta conclusión llegaron los especialistas después de al menos tres años de estudios. Los insectos fueron descubiertos por primera vez en 2013 y, en aquel entonces, los investigadores determinaron que se trataba de una colonia compuesta únicamente por hormigas obreras, lo que significa que no podían reproducirse.

La historia, publicada en la revista Newsweek, se centró en determinar cómo era posible que su número creciera sin cesar durante todo el tiempo de estudio.

Lo que llamó la atención de los científicos es que las hormigas no tenían acceso al mundo exterior, y parecían provenir de un nido de arriba que estaba colocado sobre una tubería de ventilación. Cuando las hormigas cayeron por la tubería, fueron sepultadas en el búnker y nunca más lograron salir de allí, hasta que las descubrieron los investigadores.

Después de regresar al sitio dos años más tarde, los científicos descubrieron que la colonia no solo seguía allí, sino que había crecido en número, a pesar de que no había una fuente de alimento obvia, ni calor ni luz. Ahora había al menos un millón de hormigas viviendo en el búnker: ¿cómo hacían para alimentarse y reproducirse?

Las respuestas salieron a la luz. Primero, comiéndose a sus pares. Segundo, no se reproducían, sino que se agregaban nuevas integrantes que caían por la tubería.

¿Por qué los gorilas se golpean el pecho?

Cuanto más grande es un gorila macho, mejor se golpea el pecho para indicar a sus amigos y enemigos lo poderoso que es. Así lo confirmó un grupo de científicos alemanes.

El impresionante sonido de los golpes es, como se sospechaba, una medida de tamaño y fuerza, según mostró el estudio que realizaron. Las hembras prestan atención al golpeteo de las manos en el pecho cuando evalúan a una pareja, mientras que para otros machos es una advertencia de que no busquen pelea, publica un nota de la BBC.