Reconocer a quien aportó al desarrollo o le dio gloria a un pueblo, mantiene vivo su legado. En una visita al cementerio municipal de Yauco, descubrimos dónde yacen los restos de tres importantes figuras que impactaron positivamente la historia de esta ciudad.

El camposanto, que fue construido en 1883, lamentablemente no cuenta hoy con un administrador, por lo que las lápidas de estos próceres no se encuentran en las mejores condiciones. No obstante, bien vale la pena recordar a quienes dejaron su huella en el Pueblo del Café.

Entrada al camposanto.
Entrada al camposanto. (XAVIER GARCIA)

Amaury Veray Terragosa (1922-1995)

El maestro músico y poeta es conocido mundialmente por ser el autor del famoso “Villancico yaucano”. Se dice que el hermoso tema, que han interpretado innumerables artistas, lo compuso en solo una hora y media para ser presentado la Nochebuena de 1951.

Veray Terragosa obtuvo un bachillerato en Artes en la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras. Luego estudió en el Conservatorio de Música de Boston, donde se especializó en teoría musical. Regresó a la Isla para trabajar como maestro de música en la Escuela Superior de Ponce y dirigió el coro de la Universidad Católica de Ponce. El Instituto de Cultura (ICP) le otorgó la Beca Pablo Casals, con la que estudió composición en la Academia Santa Cecilia, en Roma.

De vuelta a la su patria, dirigió cursos de teoría musical en el Conservatorio de Música y fundó el Archivo Nacional de Música para el ICP.

Alejandro Franceschi (1868-1938)

Conocido como “Don Chalí”, fue un acaudalado hacendado que se destacó por sus múltiples aportaciones al pueblo. A él se le atribuye la incorporación de la luz eléctrica en Yauco, en 1904, tras instalar la primera planta eléctrica del pueblo en su residencia, siendo uno de los primeros en la Isla en tener energía eléctrica. Posteriormente, extendió las líneas de electricidad, proveyendo luz al resto del pueblo, hasta Guayanilla.

Tumba donde yacen los restos de Alejandro Franceschi.
Tumba donde yacen los restos de Alejandro Franceschi. (XAVIER GARCIA)

Franceschi, además, fundó la Orquesta Filarmónica de Yauco, siendo su casa el escenario para sus presentaciones. Su hogar es considerado un museo por sus valiosos murales, pero a causa de los daños provocados por los eventos sísmicos de enero de 2020 no se encuentra abierto al público. Además, introdujo el primer automóvil a Puerto Rico, un Locomobile Ford movido a vapor, un clásico de 1903-1904, y ostentó la licencia de conducir número 1.

Arturo Lluberas (1878-1938)

Ocupó múltiples cargos como servidor público en la zona sur y es considerado uno de los alcaldes más importantes de Yauco.

Obtuvo su bachillerato en Artes del Instituto de San Juan y estudió leyes en la Universidad de Barcelona y la Universidad Central de Madrid.

Se destacó por ser un filántropo que aportó parte de su fortuna para el beneficio del pueblo. Construyó de su propio pecunio el parque que está frente a la alcaldía, para el disfrute de la juventud yaucana. Este parque así como una escuela de Yauco llevan su nombre.

Aún se conserva la antigua residencia en la que vivió junto a su esposa, Asunción Negroni, la cual está ubicada al lado de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario.

Mausoleo de la familia Lluberas.
Mausoleo de la familia Lluberas. (XAVIER GARCIA)