Cuando una persona escoge pareja, suele buscar afinidades para así llevar una mejor relación, pero una investigación reciente publicada en la revista “Nature Human Behaviour” reveló que ese tipo de coincidencia también puede reflejarse en la salud mental.

Asimismo, encontraron que las personas con trastornos psiquiátricos tienen más probabilidades de casarse con otro individuo que padece la misma patología que con alguien que no la posee.

Los investigadores analizaron datos de más de 14.8 millones de parejas en Taiwán, Dinamarca y Suecia, en los que examinaron la prevalencia de nueve enfermedades mentales en parejas, que son las siguientes: esquizofrenia, trastorno bipolar, depresión, ansiedad, trastorno por déficit de atención e hiperactividad, autismo, trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), trastorno por consumo de sustancias y anorexia nerviosa.

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Según los científicos, cuando uno de los miembros es diagnosticado con una de las principales afecciones psiquiátricas, el otro también tiene una alta probabilidad de padecerla.

Estos son algunos resultados del estudio

“El resultado principal es que el patrón se mantiene a través de los países, las culturas y, por supuesto, las generaciones”, comentó el coautor del estudio, Chun Chieh Fan.

Otro punto relevante de la investigación es que las parejas que comparten un diagnóstico aumentan ligeramente con cada década, desde los 30 hasta los 90 años, especialmente en los trastornos relacionados con el consumo de sustancias.

Por otro lado, encontraron algunas diferencias culturales, ya que en Taiwán las parejas casadas tenían más probabilidades de compartir una condición diagnosticada de TOC que la de los países nórdicos.

Según los investigadores, hay varias teorías que plantean el caso de la atracción por la similitud, ya que las personas podrían sentirse atraídas por aquellos que se les parecen, porque son los mejores que pueden entender un sufrimiento compartido.

Sin embargo, otra de las posibilidades es el entorno compartido, ya que, con el paso del tiempo, las parejas tienden a volverse más parecidas.

Asimismo, el ambiente también contribuye a un nuevo diagnóstico en una pareja previamente no afectada, especialmente si presentaban síntomas leves y no identificados.