NAGUABO. Si por algo se distingue la plaza de recreo Luis Muñoz Rivera, además de ser la segunda más grande de la Isla -la primera es la de Guayama-, es por su fortaleza, tras 227 años desde la fundación del pueblo, en los que ha resistido un incendio y el fuerte azote de varios huracanes.

“En 1912, Naguabo se quemó. Se comenta que el fuego se inició por un farmacéutico tratando de hacer fórmulas químicas, aparentemente hubo una explosión y provocó el incendio”, relató el historiador naguabeño Carlos Osvaldo Suárez, quien además explicó que la fuente central de la plaza fue el primer acueducto de pueblo y que sirvió para apagar las llamas.

Foto histórica de la plaza de Naguabo. En 1912 un fuego consumió el lugar. Se dice fue provocado por una explosión.
Foto histórica de la plaza de Naguabo. En 1912 un fuego consumió el lugar. Se dice fue provocado por una explosión. (Carlos Osvaldo Suárez)

La plaza posee 16 jardines adornados con árboles de ficus que dan sombra a quienes pasean por ella y al grupo de señores que a diario se sientan a jugar dominó mientras hablan de política, por lo que se les conoce jocosamente como “los senadores”. También tiene otras cuatro fuentes laterales más pequeñas que la del centro y dos monumentos en bronce que rinden homenaje a naguabeños ilustres: el compositor Pedro Flores y el comediante Ramón Rivero “Diplo”. Y por supuesto, de frente está la casa alcaldía y al fondo la iglesia, Parroquia Nuestra Señora del Rosario.

Pero, el aspecto de este espacio público ha sufrido cambios significativos debido el embate de los huracanes. “Para el huracán Hugo (1989) perdimos alrededor de 10 árboles centenarios. Fueron sembrados de nuevo y volvieron a crecer. Entonces vino María (2017) y se llevó casi 16 árboles, algunos de ellos centenarios y otros de los más nuevos”, explicó el férreo defensor del patrimonio histórico de la ciudad.

Además de los fenómenos atmosféricos, la plaza pública también ha sobrevivido a las malas ideas de algunos líderes municipales.

La fuente central de la plaza fue el primer acueducto de pueblo y sirvió para apagar las llamas.
La fuente central de la plaza fue el primer acueducto de pueblo y sirvió para apagar las llamas. (Carlos Osvaldo Suárez)

“Tuvimos un alcalde que iba a tumbar las fuentes para convertir el área en una de recreación con columpios y chorritos de agua. Yo, como conozco la historia de la plaza, pues la defiendo, así que me fui a las redes sociales y convoqué a los naguabeños un sábado en la mañana a reunirnos en la plaza para defender nuestras fuentes. Ese día llegaron ingenieros, abogados, doctores, gente de pueblo y juntos decidimos llevar un mensaje al alcalde de que no podía tocar esas fuentes. Y logramos que se paralizara ese proyecto”, relató con orgullo Suárez, quien colecciona fotos, documentos y piezas históricas de su pueblo.

Por su parte, la actual alcaldesa de Naguabo, Miraidaliz Rosario Pagán, aseguró a este diario que entre sus planes para la reconstrucción del pueblo, está la remodelación de la plaza del casco urbano a un costo de $3 millones. En lo que el inicio de esa reconstrucción se concreta, se tiene previsto poner a funcionar las históricas fuentes.

“La gente de Naguabo está desesperada por tener su plaza arreglada”, reconoció Rosario Pagán.