Pocas cosas son más incómodas que un barrito en una axila. Pero, cuando estos crecimientos normales se convierten en abscesos o “nacidos”, como se les conoce coloquialmente, ya es un asunto de consideración.

De acuerdo con el dermatólogo Alexander Lugo Janer, no hay una causa particular que provoque los nacidos, pero sí se sabe que es una obstrucción del poro. “En las axilas, es bien común porque tienen glándulas sudoríparas, pero también se ven en el área inguinal y en las nalgas”.

La sudoración, el tipo de vello, la afeitada o, incluso, el peso pueden influir en la formación de abscesos. “En las personas obesas son bastante comunes porque el área está más ocluida y son más recurrentes que en una persona delgada”, destaca.

Cuidados básicos

Si la lesión es leve, Lugo indica que puede ser tratada en casa con jabones medicados, compresas de agua caliente o lociones mentoladas, para que se abra el poro. Además, se debe tener mucho cuidado al momento de afeitarse, ya que una cortadura podría agravar el problema y causar una infección.

Para el dermatólogo, lo importante en el caso de los abscesos es determinar si son recurrentes. “Si te sale una vez al año o una vez de mil en cien, no vas a poner al paciente a cambiar de desodorante. Pero, si suele suceder (con frecuencia), entonces hay que cambiar el aseo y mejorar la afeitada y el desodorante”.

El tratamiento, por lo regular, es incisión y drenaje. Sin embargo, hay condiciones que requieren más atención, como la hidradenitis supurativa, en la que “los pacientes tienen múltiples abscesos a causa de un desorden de las áreas sudoríparas, con quistes que supuran, y se forman cicatrices”, indica Lugo. “Hay tratamientos con drenajes, inyecciones intralesionales con cortisona o hacer cirugía”, recalca.

Alexander Lugo Janer es dermatólogo y director de las Clínicas de Dermatología de Procedimiento en la Escuela de Medicina de la UPR. Tiene práctica privada. 787-274-2244

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Tipos de lesiones

Según su gravedad, pueden requerir tratamientos más especializados, como drenajes, antibióticos o, incluso, cirugía:

Foliculitis: La principal causa es la fricción por la ropa o el afeitado. Los síntomas son inflamación y enrojecimiento del área.

Furúnculo: El folículo se infecta, así como parte del tejido adyacente. La infección debe ser drenada cuidadosamente, preferiblemente, por un dermatólogo.

Quiste: Tumor benigno de la piel causado por el vello. Al ser encapsulado, puede ser drenado, pero volverá a infectarse, por lo que debe ser sacado quirúrgicamente, en una operación ambulatoria y sencilla.

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Pendiente al desodorante

El dermatólogo indica que lo que más se consigue en el mercado son los antitranspirantes, que contienen cloruro de aluminio e impiden que la glándula sudorípara libere las toxinas apropiadamente.

“En vez de comprar antitranspirantes, lo mejor es usar desodorantes -para evitar el mal olor, no que bloqueen el sudor- para que la herida sane”, recomienda Lugo.