Activado el cerebro con el dedo en el teléfono
Según un estudio, el aumento dramático en el uso de las pantallas táctiles ha tenido el efecto de incrementar la actividad cerebral cuando el dedo pulgar es tocado.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Tanto está la gota en la piedra hasta que le hace un hoyo, dice un refrán. Pues lo mismo parece que ocurre con el dedo pulgar en los teléfonos inteligentes de pantalla táctil. No, no le hace un roto al celular, pero sí cambia la interacción entre el dedo y el cerebro.
Según un estudio reseñado en Science Daily y publicado en Current Biology, el aumento dramático en el uso de las pantallas táctiles ha tenido el efecto de incrementar la actividad cerebral cuando el dedo pulgar es tocado.
Arkho Ghosh, investigador de la Universidad de Zurich, dijo estar sorprendido por la cantidad de variaciones en señales cerebrales que se pueden explicar exclusivamente con la evaluación de los registros en los teléfonos inteligentes. Según él, el archivo digital que sin saber la gente carga como un teléfono móvil en el bolsillo tiene una enorme cantidad de información sobre cómo usamos los dedos de la mano. En el caso del estudio, la idea de Ghosh y sus colegas era estudiar la plasticidad del cerebro humano (adaptación que experimenta el sistema nervioso ante cambios en su medio externo e interno) con el nuevo y continuo uso que se le dan a los dedos, sobre todo el pulgar y el índice.
Aunque la plasticidad cerebral ha sido estudiada en grupos particulares como músicos o jugadores de vídeojuegos, el uso de teléfonos de pantalla táctil se ha hecho bastante generalizado, por lo que ofrece la oportunidad de hacer estudios más amplios con gente común.
Para la investigación se valieron de electroencefalogramas para grabar la respuesta cerebral al tacto en el pulgar, el índice y el del corazón en usuarios de teléfonos con pantallas táctiles y las compararon con personas que no usan esta tecnología. Los investigadores encontraron que la actividad eléctrica en el cerebro de los usuarios de teléfonos inteligentes se acrecentaba cuando se tocaban los tres dedos. De hecho, la cantidad de actividad en la corteza del cerebro asociada con las yemas de los dedos pulgar e índice fue directamente proporcional a la intensidad de uso del teléfono.
Los resultados sugieren que los movimientos repetitivos sobre la superficie táctil renuevan el procesamiento sensorial de la mano. Todavía no está claro qué efectos concretos podría tener, pero hay estudios que vinculan el uso excesivo de los celulares con dolor y disfunciones motoras.