¿Adicto a la pizza, el chocolate y los mantecados? ¡No estás solo!
La adicción a ciertos alimentos es un problema real. Conoce algunas de las muchas comidas que pueden ser detonantes de la obsesión de sobrecomer.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 10 años.
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Es tarde en la noche, pero no paras de dar vueltas en la cama. Las venas “te pican” y el cuerpo te pide “aquello” que sabes que no te conviene, ¡pero no puedes resistirte! Así que, te diriges hacia ese lugar “prohibido” donde, ¡por fin!, encontrarás alivio y perdición… ¡la cocina de tu casa!
Y es que, la adicción a la comida es un problema real. Numerosos estudios han encontrado una y otra vez que las sensaciones de euforia y desesperación que sienten los adictos a la comida son muy parecidas a las que padecen los adictos a las drogas.
Y el hecho de que la comida no sea ilegal como las drogas lo que hace es que agrava el problema porque, por mucho daño que te hagan, nadie te va a arrestar por comerte una pizza extra grande completita ni por pasar por el servicarro para pedir dos “hamburgers”, dos batidas, tres papitas extragrandes y cuatro “apple pies”… para ti solo.
Por eso, conviene ser conscientes de cuáles son los alimentos que despiertan en nosotros el monstruo de los “munchies”, que nos hace comer (mejor dicho, sobrecomer) sin parar. ¡Ah!, y no te preocupes, que no te vamos a hablar ni de brócoli ni de zanahorias.
Pizza
Por algo la llaman “la comida más popular en el mundo entero”, desde Rusia hasta Australia, pasando por México y Canadá. Por supuesto, en Estados Unidos es, literalmente, “pan nuestro de cada día”, pues al menos uno de cada ocho americanos come pizza… todos los días, de acuerdo con cifras del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. La pizza es, también, el alimento más adictivo, según un estudio de la Universidad de Michigan, que usa la “Escala de Adicción a la Comida” de la Universidad de Yale, la cual contempla una enorme lista de preguntas sobre hábitos alimenticios.
Chocolate
¡No en balde alguien tuvo que inventarse el término “chocahólico”! Y es que el chocolate es uno de esos alimentos que, cuando uno empieza a comerlo, como que no puede para (Tú sabes de lo que estamos hablando, ¿verdad?). Numerosos estudios han demostrado que el chocolate ayuda a reducir el estrés y hasta ayuda a prolongar la vida. Por otro lado, también se ha comprobado que es un afrodisiaco muy eficaz. ¿Cómo, entonces, no volverse adicto????
Papitas fritas
Ya bien sean “potato chips” de bolsita o papitas fritas hechas en casa o de un “fast food”, el caso es que uno las ve, las huele, las prueba… ¡y queda frito! La combinación de la grasita con lo saladito es poco menos que letal porque te atrapa y te “hookea” como pocas cosas pueden hacerlo. De hecho, el médico canadiense Dr. Arya Sharma, un especialista en el estudio de la obesidad, asegura que un estudio encontró que los receptores en nuestras bocas detonan un mecanismo similar a la adicción cuando nuestro estómago entra en contacto con alimentos grasosos. “Probablemente a esto es que se deba el que comer solo un pedazo de un alimento grasoso (como ‘potato chips’ o papitas fritas) es tan difícil. Sencillamente, comer una hace que quieras seguir comiendo hasta acabar con la bolsita completa o todo lo que tenga el plato”, ha dicho Sharma.
Galletas y bizcochos
El azúcar en estos alimentos es lo que hace que, una vez los probamos, queramos seguir comiendo… y comiendo… y comiendo… De hecho, estudios han demostrado que incluso las ratas pueden volverse adictas al azúcar y pueden desarrollar tendencias similares a las asociadas con la adicción a las drogas. Por eso, la mayoría de nosotros tiende a sentir deseos irreprimibles de comer algo dulce cuando nos sentimos cansados, deprimidos o faltos de energía.
Mantecados
El alto contenido de grasa de algunos mantecados enciende el centro del placer en el cerebro, haciendo que, una vez los probemos, deseemos seguir comiendo más y más. Y un estudio entre adolescentes y su predilección por las batidas de mantecado encontró que, para la mayoría, el mantecado era tan adictivo como las drogas.
“Cheeseburgers”
Si bueno es un “hamburger”… ¡mucho mejor todavía es un rico y jugoso “hamburger” con mucho queso! Y es que un apetitoso bocado de carne molida con bien de queso derretido es casi un manjar de los dioses. En Estados Unidos, el americano promedio se come tres “hamburgers” y/o “cheeseburgers” a la semana para un total de casi 50 mil millones de estos sándwiches al año.
Refrescos
Cerca de uno entre cada cinco americanos se toma por lo menos un refresco con azúcar al día. Una lata de 12 oz de cola regular puede contener hasta 39 gramos de azúcar. ¡Eso equivale nada menos que a 10 cucharaditas! Y además del azúcar, los refrescos pueden contener cantidades enormes de cafeína, la cual, en exceso, puede provocar ansiedad, insomnio y hasta malhumor.