Un nuevo estudio de la Clínica Mayo nos habla de un aumento en las lesiones de cadera en mujeres que practican yoga. Se menciona el pinzamiento femoroacetabular (una anomalía en la forma ósea de la articulación de la cadera que produce una limitación a la movilidad de la misma y dolor si no se trata de forma rápida) que a largo plazo puede producir artrosis o deformidad.

Sin embargo, ni el instructor de yoga David Kyle ni el ortopeda Pedro Tort Saade conocen casos relacionados en la Isla. Para el primero, las lesiones son más comunes entre personas que se ejercitan en un gimnasio con pesas.

“El yoga siempre se centra en la respiración y favorece los movimientos constantes y conscientes. Si el yoga se hace correctamente, entonces no hay posibilidad de lesiones. La gente a menudo comete errores practicando ejercicios, lo que les produce lesiones y dolor. Sin embargo, luego de 10 años trabajando y haber visto a más de 10 mil alumnos, he visto menos de 10 lesiones causadas por la práctica del yoga y más de la mitad de ellas eran por condiciones preexistentes y por que estaban haciendo la práctica indebidamente para tratar de curar dicha condición, como es el caso de los espasmos de espalda”, destaca el instructor de It’s Yoga.

En esa línea, dice que las quejas más comunes entre las alumnas pudieran ser en articulaciones del cuerpo, específicamente rodillas, hombros y muñecas. Las caderas, asegura, se encuentran al final de la lista. Más pudieran quejarse de dolor de espalda y rigidez.

“Lo ideal es nunca salirse o ir más allá de la zona de confort. No debe haber dolor en el yoga. Lo importante es tomar las clases con un instructor con experiencia. Asegúrese de que éste puede demostrar bien todas las posturas antes de intentar hacerlo solo”, agrega Kyle, no sin antes explicar que si el caso es que ocurre una lesión, el tratamiento recomendado siempre será lo que se conoce como “Rice”: reposo, hielo, compresión y elevación.

Tort, por su parte, coincide en que las mayorías de las ocasiones, cuando hay una condición preexistente entonces hay más riesgo de que ocurra una lesión.

“Tendrías que tener ya una condición específica como el pinzamiento femoroacetabular para entonces estar en riesgo de una lesión. Muchas personas la tienen sin saberlo, porque podría no tener síntomas. Se enteran cuando empiezan a hacer ballet, gimnasio, yoga o cualquier otro ejercicio que requiere flexiones, entonces podría pincharse la cadera y ahí enterarse que la tiene. Mientras tanto, no debería existir ese riesgo de lesiones por yoga, por ejemplo. Igual pasa con cualquier deporte como el baloncesto, pelota o si corres todos los días. De otra parte, si se practica yoga muy seguido, sin un día de descanso al menos, también podría producirse algún tipo de lesión. Cuando son principiantes y tratan de hacer ciertas posturas por su cuenta, el cuerpo no está preparado, puede haber lesiones en espalda o cuello. El instructor debe saber que eres principiante y no presionarte a hacer ciertas posturas”, agrega el ortopeda.

Posturas o asanas en yoga

Según los expertos en este tema, al combinar estiramientos y tonificación, se gana flexibilidad, armonía y fuerza; además, se corrige la postura. 

Las asanas lubrifican músculos, articulaciones y órganos, mejorando el funcionamiento general del cuerpo y, por supuesto, la salud. Cada postura tiene beneficios generales y específicos como: mejorar la capacidad respiratoria o las funciones digestivas, estimular la tiroides, prevenir problemas de espalda, aliviar los dolores de cabeza o menstruales, combatir el estrés y la tristeza.

Las lesiones de la práctica de yoga se pueden evitar de varias maneras. La American Academy of Orthopaedic Surgeons recomienda ejercitarte siempre con un instructor de yoga certificado y con experiencia. Un buen instructor te ayudará a corregir las poses de yoga para evitar lesiones. Siempre comienza lentamente cuando realices movimientos de yoga, especialmente si eres nuevo en la práctica. Comienza por calentar los músculos antes de hacer yoga realizando ejercicios suaves, como un trote rápido en la caminadora u otro ejercicio aeróbico. Esto ayuda a calentar los tejidos de las articulaciones para evitar lesiones. Mantente dentro de tus límites cuando realices ejercicios de yoga. Si un movimiento te causa dolor, simplifica el movimiento o descansa hasta la siguiente postura.