Mucho se habla del COVID-19, sus síntomas y cómo afecta el aparato respiratorio. Pero, este virus va más allá en el organismo humano y puede afectar los sistemas cardiaco, renal y neurológico. Y, en algunos casos, sus efectos podrían ser irreversibles.

Para conocer los estragos que ocasiona el COVID-19, hay que entender el virus, cómo actúa y cuál es su receptor para poner en perspectiva sus posibles ataques al cuerpo.

“El COVID-19 es un virus RNA (ARN, ácido ribonucleico) que tiene una espiga que hace que se ancle en unos receptores que son unas células llamadas ACH que están en el pulmón, en el sistema gastrointestinal y también puede haber en los riñones. Donde más células ACH hay es en el pulmón, por eso el virus ataca el pulmón agresivamente cuando se empieza a manifestar en los pacientes”, explicó el neumólogo Luis F. Nieves Garrastegui.

“El virus entra a la célula (ACH), se internaliza, la célula se lo traga y, adentro, el virus activa y pone a trabajar la máquina de las células, pero para el virus y no para las células. Entonces, empieza a duplicarse, a hacer copias y, después, ahí mismo se libera y es una reacción en cadena. Si un virus entró a una célula e hizo 100 copias del virus, esos 100 virus van a otras células y ponen 100 copias más y así siguen exponencialmente. Eso explica por qué el paciente empieza con tos, después le falta el aire, después se va en pulmonía y luego en fallo respiratorio. Son etapas que estamos teniendo del COVID”, detalló el expresidente de la Sociedad Puertorriqueña de Neumología y miembro del cuerpo rector de la Asociación Puertorriqueña del Pulmón (APP).

Es importante aclarar que el COVID-19 se presenta en cuatro etapas de infección que comienzan cuando la persona es contagiada y, aunque esta sea asintomática, internamente la actividad del virus sigue escalando hasta que deteriora por completo el estado de salud del paciente.

“En esa primera etapa, lo que hace el virus es duplicarse, replicarse. Después viene la etapa en que puedes tener un poquito de fiebre, un poco de tos, por eso, el 80% de las personas pueden pasar el virus en la casa. Ya, cuando está en una etapa tres, es que el cuerpo no lo pudo batallar y tienes falta de oxígeno, falta de aire y necesitas ir a un hospital. En ese caso, se puede desarrollar una pulmonía”, sostuvo el especialista, quien aclaró que la pulmonía que ocasiona el coronavirus es viral, y no la pulmonía normal que es ocasionada por bacterias.

Las secuelas respiratorias

Nieves Garrastegui estableció que, una vez los pacientes superan esas etapas y son dados de alta, se ha comprobado que la mayoría de las personas tiene afecciones respiratorias a pesar de haber “vencido al COVID-19”.

“La mayoría, por no decir el 100%, tiene algún tipo de secuela pulmonar. Se van a sentir cansados y con falta de aire. Los pacientes pueden desarrollar fibrosis pulmonar e insuficiencia respiratoria que los lleven a tratarse como si fuera un paciente con asma o con COPD (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), y que necesiten usar terapia respiratoria, broncodilatadores y antiinflamatorios”, expuso el médico.

A su vez, el especialista hizo referencia a un estudio que se realiza actualmente en China e Inglaterra, donde se ha podido comprobar que el 100% de las personas que son dadas de alta por el COVID-19 tienen un compromiso pulmonar que comienza a mejorar paulatinamente después de unos meses.

“Están evaluando a todos los pacientes que salieron de un hospital con insuficiencia respiratoria y los están evaluando en intervalos de tiempo, haciéndoles función pulmonar y CT Scan (tomografía computarizada). Cuando se fueron de alta, el 100% tenían asma, enfisema, fibrosis, pero ya a los tres meses hubo una mejoría bien notable. El hallazgo más reciente es que, después de tres meses, empiezan a recuperar poco a poco la capacidad pulmonar. Clínicamente se sienten mejor, pero todavía no están bien. Hay que seguir esperando a ver qué pasa mientras sigue corriendo el estudio [que será por un año]”, informó el neumólogo, quien preside la Clínica Especializada en Asma, ubicada en Río Piedras.

Las secuelas cardíacas

No obstante, los estragos del coronavirus no se dan únicamente en el sistema respiratorio, ya que el virus también se ensaña, en ocasiones, con el sistema cardíaco.

Hay pacientes asintomáticos que cuando se les hace un ecocardiograma se encuentran cambios de miocarditis (inflamación del miocardio), y esos pacientes se comportan como si hubiesen tenido algún tipo de insuficiencia cardiaca. Se ha visto mucho en atletas que se han infectado y se ha encontrado que había unos cambios de inflamación a nivel del corazón que no se esperaban”, indicó Nieves Garrastegui, quien aclaró que afortunadamente ese problema cardíaco “sí es reversible, con el tiempo”.

Las secuelas renales

A su vez, el doctor especificó que el COVID-19 puede ocasionar daños a nivel renal, como lo es la azotemia.

“Esto (azotemia) es que se inflama un poco el riñón y perfunde menos el área donde se filtra la sangre en el riñón y aumenta los productos nitrogenados. Con hidratación y seguimiento, estos pacientes se recuperan bastante”, afirmó el doctor.

Las secuelas neurológicas

Sin embargo, el médico aseguró que uno de los estragos mayores del coronavirus en el cuerpo humano se da a nivel neurológico, por lo que los pacientes ven seriamente afectado su funcionamiento cerebral.

La mayoría de las complicaciones neurológicas son irreversibles. Se dan los topos que se forman a nivel de la circulación del cerebro (derrames). Son eventos isquémicos, donde sale un taponcito dentro de una arteria y tapa el área de la circulación y ocurre un accidente cerebrovascular. En esos casos, lo que se pierde de función neurológica no se recupera”, explicó.

Según el neumólogo, estos daños neurológicos son más evidentes en la población de adultos jóvenes, sobre todo en Estados Unidos donde pacientes de entre 30 y 40 años debutaron con problemas neurológicos y tenían derrames cerebrales como si fueran pacientes de 70 y 80 años.

“El COVID les causó el evento tromboembólico a nivel de la circulación cerebral y ahí sí que no se puede hacer mucho. El daño es irreversible”, sostuvo el especialista, quien concluyó que de todas las complicaciones provocadas por el contagio con el coronavirus, las más temidas son las pulmonares y las neurológicas.