¿Quién dijo que las relaciones humanas son simples? Aunque hoy día hay manuales para todo, incluso para aprender a afrontar al vida, es  natural que los sujetos  tengan diferencias entre sí.

“El carácter del individuo, sus experiencias, su conocimiento, sus destrezas y el  contexto de vida son los que van a matizar su conducta en la dinámica de la comunicación”, explica el psicólogo del Centro de Crecimiento Individual y Familiar, Reinaldo Oquendo Vega. “No obstante, hay reglas para la comunicación que propician un diálogo abierto, claro y con el objetivo de lograr que el mensaje se reciba y se procese de la manera más exitosa”, detalla.

Por ello, cuando una simple conversación se convierte en una discusión,  lo que dices y el tono en el que lo dices pueden conducir a actitudes que no aportan a la relación y, en cambio, siembran  malentendidos. 

Oquendo ilustra que “la persona puede identificar cuando una conversación está a punto de pasar de diálogo a discusión”. El psicólogo ejemplifica que “cuando la persona siente la frustración de no ser entendida o la  percibe en el receptor, se debe considerar pedir sugerencias de solución al aparente conflicto, preguntar por una posible negociación del asunto o sencillamente acordar retomar el tema en otro  momento”.

Así, expone Oquendo, se pueden “evitar una escalada de la frustración que lleve a la agresividad y una potencial agresión”. Esas fallas en  la comunicación -reitera Oquendo- pueden evadirse si se distingue el  mensaje de la situación versus tomar el mensaje de manera personal y  se permite  que el punto de vista del otro sea  escuchado a la vez que se tome en consideración el de uno.  
Conoce,  a través del vídeo, las estrategias   que Oquendo propone para  lidiar con una conversación que se podría tornar caldeada,  y resolverla, sin asumir una actitud violenta.

Para citas con el psicólogo y terapeuta de familia y parejas Reinaldo Oquendo Vega, llama al  787-458-0161 o al 787-790-6448.