Curiosidad por estar con alguien de tu mismo sexo

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Empieza como una interrogante, un cosquilleo mental que reta lo estrictamente heterosexual para abrazar una fantasía cada vez más recurrente: estar con alguien de tu mismo sexo.
El término bi-curious alude al sentir de personas, especialmente mujeres, cuya atracción reside en tener una experiencia sexual con alguien de su mismo sexo, sin necesariamente ser bisexual. Es un fenómeno sociocultural que incluso ha penetrado en hoteles como Hedonism III, en Jamaica, para llevar a cabo esa experimentación.
Al abordar la curiosidad por ambos sexos, el psicólogo y sexólogo José R. Pando expone que tanto hombres como mujeres desarrollan una orientación (lo que les excita) y un estilo de vida sexual (cómo lo manifiestan).
La investigadora Meredith Chivers evidenció que las mujer es son flexibles en su sexualidad. De acuerdo con sus hallazgos, a la mujer heterosexual le erotiza más observar la sensualidad de unas imágenes que el sexo de las personas.
“La mujer, a través de la historia, siempre ha tenido un espacio para expresar su curiosidad como algo normal. Ella puede peinar, besar y abrazar a otra mujer, y eso no es lésbico”, asegura Pando. “Por curiosidad o por complacer al hombre, la mujer puede tener una aventura con otra, sin ser lesbiana, ya que ésta tiene un valor erótico sin ser lesbiana”, agrega. Dicha curiosidad desemboca en excitación.
Cambiante el mapa sexual
Sin embargo, la sociedad no es tan permisiva con el hombre, ya que, según Pando, si éste le manifiesta cariño a otro hombre, se le tilda inmediatamente de homosexual. Para muchos, eso es un elemento cultural chocante.
Pando comunica que en otras partes del mundo los hombres se despiden incluso con un beso porque “hay una aceptación del afecto, cosa que es condenada en el mundo homofóbico”.
La tolerancia en torno a la relación de la mujer con otras se explica, según Pando, porque a ésta siempre se le ha visto como un objeto, en nombre del placer del hombre. “Siempre ha existido la permisividad porque la mujer sirve como un ente que estimula al sexo opuesto”, puntualiza.
La consejera sexual Luisi Marini dice que la curiosidad por ambos sexos en la mujer se ha puesto de moda “desde los premios en que Britney Spears y Madonna se besaron. Esa conducta ha causado furor en las escuelas superiores, e incluso, intermedias. Son chicas que no son lesbianas, pero van a tener una práctica de besarse en público para llamar la atención de los chicos y provocar que éstos se exciten”.
Pando asevera que no se debe entender la mujer bi-curious como un puente al lesbianismo ya que “quien esté en una relación lésbica es porque le gusta el sexo con otra mujer”.
La sexualidad femenina es especialmente compleja, considerando su flexibilidad entre ambas aguas: los hombres y la mujeres. De hecho, si una mujer se descubre sintiéndose cautivada por otra mujer, teniendo su novio o compañero, Marini describe su estado de ánimo como uno de preocupación. “Es un sufrimiento terrible porque vas a poner en duda tu identidad sexual. Esa atracción lleva a querer practicar algún tipo de experiencia que conlleva excitación sexual”, concluye la sexóloga.
Para consultas o citas, puedes llamar al terapeuta sexual José R. Pando al 787-269-0860 y a la consejera sexual Luisi Marini Denton al 787-763-8854 o escribirle a luisimarini@gmail.com.
Estudio de Meredith Chivers
• La estrategia constó de proyectar vídeos de hombres y mujeres en situaciones sexuales y no sexuales para probar los niveles de excitación de las mujeres.
• Hombres desnudos en la playa no les provocaron.
• Mujeres desnudas sí les dispararon la presión sanguínea.
• Las mujeres se excitaron al ver masturbación y sexo, sin importar que los actores fueran hombres o mujeres.
Fuente: 20 minutos