La muerte era la sentencia terrenal que le deparaba a Militza Narváez Ortega cuando sufrió un aparatoso accidente de tránsito en Bayamón. El impacto provocó que saliera expulsada de la guagua minivan en la que iba. Los médicos decían que su vida terminaría en ese momento, y si continuaba, sería compleja la recuperación.

“Cuando caigo al pavimento, que rompo el cristal con la cabeza, la guagua se volteó y cayó encima de mis piernas, me rompió el fémur en ambas piernas. No me aseguraban la vida, por ahí pasa el flujo de sangre, además que es el hueso más largo del cuerpo. Luego de la operación, no me aseguraban caminar, y si caminaba, que iba a caminar con dificultad”, contó.

Tras pasar un largo tiempo tendida en una cama, su peso se aproximó a las 300 libras. Además de su salud, a Militza le agobiaba no ser la mamá que quería para su hijo, que en el momento del accidente tenía siete meses de nacido.

“El último peso registrado, en donde yo me pude parar en una pesa, fue 275 libras, pero yo sé que encamada subí casi tocando las 300. Como no me podía pesar, mi último peso registrado antes de quedar en sillas de ruedas fue 275″, precisó.

Militza tuvo un “encontronazo” consigo misma al mirarse en una foto de Despedida de Año.

La naranjiteña evidencia con su vida que sí se puede.

“Me descuidé muchísimo, no me di cuenta de cuánto me estaba dañando mi cuerpo y mi salud. Al próximo año del accidente, que es Despedida de Año, me toman una foto sentada en una silla plástica blanca. Cuando vi la foto, yo casi no cabía en la silla, me sorprendí demasiado, me impactó. Desde niña fui gordita pero verme en ese punto, dije: ‘No, esta persona no soy yo’”, relató.

Otro momento culminante fue cuando su médico le advirtió que tenía riesgo de fallecer durmiendo.

“Después que me pasa eso con la foto, me hicieron unos laboratorios en donde el doctor me dijo que si no tomaba una decisión de bajar de peso, me podía morir en un sueño porque mi tiroide estaba sumamente alta. Eso fue un impulso para hacer cambios”, dijo.

Hoy, la naranjiteña de 38 años recoge los frutos de su tumultuoso camino: rebajó 140 libras, es profesora de Entrenamiento Físico, coach, fisiculturista y autora del libro Transformada: Contra peso y marea.

Este próximo 14 de diciembre se cumplirán 17 años de su trágico accidente. Días antes, el 4 de diciembre, competirá en el World Beauty Fitness & Fashion, en Atlantic City. Su primera competencia fue en el 2019, en su natal Puerto Rico.

“Cuando bajé de peso, yo quería ser flaca, no me importaban los músculos. Hay unas etapas que pasamos las personas obesas, que es que quieres que te digan que estás flaco y te olvidas de la masa muscular. Después cuando llegue a ser flaca, pasé a otra etapa en la que quería hacer algo a nivel competitivo, como buscar algo que me resaltara. Empecé a hacer maratones, carreras de obstáculos y a conocer personas de este ambiente”, comentó.

“Las personas que piensan que no pueden, que esto es solo para flacos, no, trabajando duro también lo puedes lograr”, indicó Militza sobre el mensaje que lleva a través de la plataforma del fisiculturismo.

Su libro “Transformada: contra peso y marea” también fue producto de un momento crítico, cuando el huracán María le arrebató su hogar y su negocio, un gimnasio ubicado en Barranquitas.

“Perdimos todo, solo nos quedamos con los tenis y la ropa que pudimos salvar. Me quedé sin nada, me quedé sin el gimnasio, me quedé sin la casa y empiezo una vida nueva. Le dije a mi esposo que era el momento de escribir el libro que tanto quería, siempre tenía la excusa que no tenía tiempo porque el gimnasio me consumía entre 12 a 14 horas diarias”, dijo.

Luego de tomar seminarios, el manuscrito de su testimonio lo culminó en seis meses, afirmó.

El libro “es mi vida, te enseña que, a pesar de las crisis, podemos salir adelante, que muchas veces vemos estas cosas como malas, pero realmente son puertas que se abren para una nueva etapa en tu vida, para que abras los ojos y puedas ver más allá. Eso fue lo que me pasó, cada pérdida era una ganancia. Perdí un gimnasio, perdí una casa, pero gané vida. De las crisis salen las mejores transformaciones”, aseguró.

Precisamente, en este Día de Acción de Gracias, Militza reafirma su propósito de vida. “Doy gracias porque puedo servir, por la gran oportunidad de tener vida, salud y disfrutar de cada instante del día y de la noche”.

Transformada: Contra peso y marea está disponible en Casa Norberto, The Bookmark y Amazon.

La naranjiteña evidencia con su vida que sí se puede.