La fibromialgia es una de las afecciones de dolor crónico más comunes, sobre todo en mujeres. El trastorno afecta a aproximadamente 10 millones de personas en los Estados Unidos, incluyendo Puerto Rico. Se estima que entre el 3% y el 6% de la población mundial sufre la afección (de cuerdo a la National Fibromylgia Association, 2024).

De acuerdo a la Clínica Mayo, la fibromialgia causa dolor musculoesquelético, fatiga y problemas de sueño, además de hormigueo o entumecimiento en manos y pies, el Síndrome del Intestino Irritable, dolores de cabeza, incluso migrañas, problemas con el pensamiento y la memoria, y hasta ciclos menstruales dolorosos. Los investigadores creen que la fibromialgia amplifica las sensaciones de dolor porque afecta el modo en que el cerebro y la médula espinal procesan las señales de dolor y de no dolor.

Los síntomas a menudo comienzan después de un evento como un traumatismo físico, cirugía, infección o estrés psicológico significativo. En otros casos, los síntomas se acumulan progresivamente con el tiempo, sin que exista un evento desencadenante. Aunque no tiene cura, los aceites esenciales y naturales pueden ofrecer alivio significativo para los síntomas.

Veamos algunos beneficios de estos:

  • Árnica: reconocida por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas es eficaz para aliviar el dolor muscular y articular asociado a la fibromialgia.
  • Caléndula: ayuda a reducir la inflamación y a mejorar la cicatrización de los tejidos, brindando alivio a zonas afectadas por la rigidez y el malestar.
  • Incienso: tiene propiedades calmantes que ayudan a reducir el dolor y mejorar el bienestar emocional.
  • Lavanda: promueve la relajación y mejora la calidad del sueño.
  • Menta: es refrescante y analgésica, ideal para aliviar la rigidez matutina y la tensión muscular.

Y también los naturales

Además, los aceites naturales como la manteca de karité, el aceite de coco, la glicerina vegetal, el aceite de vitamina E y el aceite de oliva extra virgen nutren y calman la piel, ofreciendo alivio a los músculos doloridos.

Conoce cuáles son, sus beneficios y cómo ayudan para aliviar cualquier malestar:

  • Manteca de karité: Rica en ácidos grasos y vitaminas, hidrata profundamente la piel, mientras que sus propiedades antiinflamatorias alivian el dolor muscular y la rigidez.
  • Aceite de coco: Su alto contenido de ácido láurico (usado en tratamientos para el acné) nutre y suaviza la piel irritada, además de reducir la inflamación muscular gracias a sus efectos calmantes.
  • Glicerina vegetal: Atrae la humedad hacia la piel, manteniéndola hidratada, y alivia la sensación de tirantez o malestar en los músculos doloridos.
  • Aceite de vitamina E: Actúa como antioxidante, reparando la piel dañada, mientras que también ayuda a reducir la inflamación y el dolor en los músculos, mejorando la circulación.
  • Aceite de oliva extra virgen: Rico en antioxidantes y ácidos grasos, nutre profundamente la piel seca, al mismo tiempo que alivia la inflamación y el dolor muscular gracias a sus propiedades antiinflamatorias.

El uso de estos ingredientes, en combinación con otros tratamientos médicos, puede ayudar a controlar los síntomas de la fibromialgia, mejorando la calidad de vida, la funcionalidad y el bienestar de quienes la padecen. Si puedes vivir en bienestar con un impulso natural, ¿por qué no darte la oportunidad?