Edúcate para vencer
La información correcta es esencial para enfrentar la diabetes mellitus.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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En Puerto Rico, la mitad de las mujeres mayores de 65 años de edad y uno de cada seis adultos padecen de diabetes.
La Isla continúa siendo el territorio de los Estados Unidos con mayor prevalencia en la diabetes mellitus tipo 2. Aunque la condición es frecuente, existe mucho desconocimiento en la manera de afrontarla. El paciente que vive con esta condición tiene el derecho a recibir educación.
La educación es el vehículo para promover el autocuidado y alcanzar cambios en comportamiento que mejoren los resultados a largo plazo. Solamente el conocimiento va a llevar a que el paciente se apodere y pueda elegir la conducta en los estilos de vida que le permita alcanzar las metas de control y calidad de vida.
Solamente 25% de las personas con diabetes en Puerto Rico han recibido educación. Entidades tales como la American Diabetes Association (ADA), el National Institutes of Health (NIH), Medicare y la American Association of Diabetes Educators (AADE), por decir unos pocos, apoyan la educación en diabetes.
La educación en diabetes debe cubrir los aspectos de conocer la condición y sus complicaciones, el uso apropiado de los medicamentos y la insulina, el monitoreo de los niveles del azúcar, la nutrición adecuada y la actividad física recomendada, el establecimiento de metas, la solución de problemas y el afrontamiento.
Existen tres centros certificados en educación en diabetes con la capacidad de ofrecer educación individualizada o grupal. Dos de los centros de educación en el área metropolitana están avalados por el ADA, el Centro para Diabetes de Puerto Rico y el Hospital Auxilio Mutuo. En Humacao, hay un centro avalado por AADE, el Eastern Puerto Rico Diabetes Care Center. Existen otras iniciativas educativas no estructuradas por médicos, nutricionistas, farmacéuticos, enfermeras, educadoras, ferias de salud y aseguradoras.
La meta de la educación es alcanzar el bienestar total, apoderando al individuo y sus familiares con el conocimiento, recursos y apoyo necesario. La educación en diabetes puede conducirnos al bienestar total de salud. Es importante que las personas afectadas por la diabetes aprovechen estos esfuerzos educativos para su beneficio.
(La autora es profesora de medicina del Recinto de Ciencias Médicas, presidenta Capítulo de Puerto Rico del American Association of Clinical Endocrinologists, gobernadora del capítulo de Puerto Rico del American College of Physicians y tiene práctica privada en Humacao)