La remodelación de la cocina, el proyecto del nene, ese cliente que te está volviendo loca... Todas estas cosas suelen distraernos, pero cuando nos llevamos los problemas a la cama, las consecuencias pueden matar las pasiones.

El asunto del placer durante el acto sexual es uno que puede llevar a muchas mujeres a la frustración. Si bien algunas logran alcanzar el orgasmo con facilidad, la cantidad de féminas que nunca han disfrutado del mismo es alarmante y ha sido motivo de múltiples estudios. Y aunque los problemas fisiológicos  pueden incidir, así como las ideas preconcebidas de cómo debe ser el sexo, es la parte psicológica la que suele sabotear el placer femenino con más frecuencia.

De acuerdo con la sexóloga Luisi Denton Marini, “lo que están pensando en el momento es lo que les está afectando para lograr más placer y gozo”, explica la profesional con 28 años de práctica, quien recalca que “la mente te lleva a distraerte muchísimo, tanto que, en pleno acto, ves para arriba y te das cuenta de que al techo le falta pintura [...] o estás pendiente de si el nene llora o no, si me oye el vecino, etc.”.

Aprende a sentir
Distraerse no es un pecado, pero si llega al punto de interrumpir tu placer es porque no estás concentrada en lo que sientes, de acuerdo con la sexóloga. “A veces no nos damos cuenta de que hacemos las cosas, las hacemos en automático”. Esta falta de reconocer qué estamos sintiendo es, entonces, la gran culpable de la falta de placer.

“El secreto es poner mi pensamiento, mi conciencia, totalmente, en mis cinco sentidos”, indica Denton, recalcando que, de hecho, como parte de la terapia que imparte,  entrena a las parejas -porque, ojo, esto también les sucede a los hombres- para experimentar plenamente las sensaciones visuales, olfativas, táctiles, gustativas y auditivas que, luego, les ayudarán a disfrutar plenamente del sexo.

El secreto del placer es, entonces, ser egoísta, en el buen sentido de la palabra. “Todo mi placer está dentro de mí”, resalta Denton. “No puedo salirme a ver qué siente mi pareja; lo importante es qué siente mi cuerpo, mi pecho cuando se pega al de él, mi abdomen... es experimentar mis sensaciones, olvidarme de dónde quiero que él ponga la mano... Es disfrutar las caricias, una a una, aisladamente; no irme a futuro, ni al pasado, es estar en el presente, en el aquí y el ahora, y sobre todo, no puedo estar pensando en el orgasmo... no es una competencia, ni llegar número uno... El sexo es relajación, es sentir sin prisa, porque si pierden la parte del foreplay, que es un placer brutal, perdieron la mitad del goce”.

¿Cómo puedes lograrlo?
Tú eres responsable de tu propio placer y, mientras más disfrutes, más te estarás entregando a tu pareja. “En la intimidad, lo que tú quieres es que tu pareja esté vibrando y sintiendo, y la única manera en que puedo pensar en mi pareja es gozando y disfrutando por mí misma”, recalca la sexóloga. “No puedes dar lo que no experimentas... El sexo es vibrar con toda tu energía y, para eso, te tienes que amar primero porque, si no te amas, ¿cómo vas a amar a tu pareja?”, cuestiona Denton. “Tienes que ponerte tú primero porque, si no, te estás traicionando a ti misma”.

Para finalizar, la sexóloga reitera que el verdadero placer “ es hablar con mi propio cuerpo y ocuparme de mi propio gozo. No es egoísmo; es dar lo que tengo para dar, que es lo que yo soy, y ése es el regalo más grande: el darte a ti misma con todos tus sentidos, toda tu conciencia y todo tu amor. No hay regalo más grande que ése”.

*** Luisi Denton Marini es consejera con especialidad en sexualidad. Para consultas, llama al 787-763-8854 o escribe a luisimarini@gmail.com.

¿Qué piensan las mujeres durante el sexo?

En una encuesta informal, se les preguntó a 40 mujeres qué pensaban durante la intimidad: ¿Pensaban en parejas pasadas? ¿Fantaseaban con artistas? ¿Les preocupaban los problemas de los nenes, o querían que su pareja llegara al orgasmo para hacer otras cosas? Éstas fueron algunas de las reveladoras respuestas:

-  “Tengo que estar muy abrumada para pensar en otra cosa que no sea el momento (disfrutármelo, tener un orgasmo...), pero me ha pasado, sobre todo cuando es tarde y me preocupa levantarme temprano. Usualmente, pienso en cosas kinky y fantaseo con posiciones que luego practico, o ideas. Pienso mucho en moverme correctamente y cómodamente para conseguir placer; a veces lo que hago es estar pendiente para alcanzar el orgasmo a la vez”.

-  “No fantaseo con ex novios o artistas, prefiero usar la energía en mi placer (pensar en otros es mucho trabajo). A veces, muy pocas, pienso en algún problema o preocupación, pero me vuelvo a concentrar. El reto es conseguir esa concentración para ti”.

-“Claro que fantaseo, pero no con artistas. Hay veces que no logro llegar al orgasmo si no es fantaseando. Otras veces, efectivamente, quiero que termine para ya hacer otras cosas... a veces pienso que él aún no conoce mi cuerpo”.

- “Sí tengo fantasías con artistas; no recuerdo a amantes pasados. Mi ex no duraba tanto para que yo llegara a querer que terminara”.

- “Usualmente disfruto el momento, pero debo admitir que, algunas veces, me imagino estar con el artista de mis sueños. Luego, vuelvo a la realidad y me encuentro con el artista de mi vida”.

- “Depende del momento. Es importante estar concentrada porque la mente nos puede traicionar y pensamos en cualquier cosa... En mi caso, he llegado a pensar en todas las anteriores”.

-“Cuando lo hago, lo hago con ganas, así que sólo pienso y me concentro en él, en las partes de él que me excitan (su nariz, sus brazos, su olor, su cuello...). Sólo en él, en nada más”.

-“No fantaseo con artistas y sí puede ser que recuerde a algún amante del pasado, pero lo más que hago es desconectarme y vivir ese momento para sentirme espectacular”.

- “Bueno, a mi entender esto depende de la persona con quien yo tenga relaciones; con una persona de muchos años, pues a fantasear un poco con artistas o con personas que dejaron huella, claro, en lo sexual. Si de verdad no estoy conectada a la hora del ‘chaca-chaca’, pues tomo un viaje mental al lugar que me apetezca, y recalcando en mi mente: ‘¡Acaba y vente yaaaaa!’. Pero si la persona eriza toda mi piel, no pienso nada más que en él, y verlo e imaginármelo en las mil y una posiciones, jajaja”.

- “A veces pienso: ‘Ojalá esta vez dure un buen round para no tener que fingir un orgasmo... otra vez’. Confieso que he llegado a pensar en algún ex novio. Cuando todo fluye bien, me gusta concentrarme en el acto como tal, en vez de distraerme con pensamientos que no me dejen gozarme el momento”.