El comité de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace dos semanas en Ginebra la declaración de emergencia sanitaria internacional por el brote de coronavirus, enfermedad que hasta el momento ha causado sobre 720 muertes y unas 35,000 personas contagiadas.

La declaración de una emergencia sanitaria internacional se adopta ante un brote "grave, repentino, inusual e inesperado" con consecuencias sanitarias que trascienden las fronteras del país de origen.

Para que la OMS tome una medida de estas características exige el cumplimiento de tres requisitos:

•Que se trate de un evento extraordinario.

•Que constituya un riesgo de rápida expansión en otros países.

•Que requiera una respuesta coordinada internacional.

La declaración aprobada a fines de enero, inicia una acción internacional inmediata y coordinada en la cual la OMS destinará un comité específico al seguimiento y tratamiento del brote infeccioso dentro del país de origen y también recursos para cumplir las metas.

En declaraciones al diario El País, Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria en Crisis de la OMS, explicó: "La declaración de la emergencia internacional supone la coordinación entre los países bajo el marco de la OMS en la elaboración y aplicación de medidas preventivas y planes de contingencia, algo que extiende sus efectos en los controles de fronteras, movimiento de personas y mercancías, y adopción de otras medidas de prevención, entre otros puntos".

"También abre la puerta a la movilización de los recursos necesarios. Supone, en fin, que gobiernos y empresas actúen con un mismo criterio bajo la autoridad de la OMS, que es el fin para la que fue creada", agregó.

La decisión de declarar una emergencia internacional, categoría máxima de alerta para crisis de salud, es del director general de la OMS, Tedros Adhanom, quien toma la medida en función de las recomendaciones del Comité de Emergencia.

La última vez que la OMS declaró una emergencia de este tipo fue con el brote de ébola del Congo en julio pasado. Anteriormente lo había hecho por la gripe A en 2009, la polio en 2014, el ébola en África Occidental en 2014 y el zika en 2016.