Esta señal puede revelar el Alzheimer 20 años antes de que aparezca
Expertos descubrieron que este tipo de demencia se desarrolla en dos etapas.

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El Alzheimer es una enfermedad que causa mucho interés en las personas, pues suele degenerar con rapidez la calidad de vida tanto de quien lo padece como de sus cuidadores. Por ello, resulta importante entender cómo opera y cuáles son los indicadores que se deben tener en cuenta para actuar a tiempo.
Uno de los síntomas más comunes de la demencia es la pérdida parcial o total de la memoria. Sin embargo, un estudio realizado por el Instituto Allen de Ciencias del Cerebro en Seattle, Estados Unidos, sugiere que hay signos que se podrían detectar hasta 20 años antes de que eso suceda.
Según los investigadores, la evidencia que se puede identificar con dos décadas de antelación son los problemas con la conciencia espacial. Si se pregunta a qué se refiere exactamente este concepto, sepa que son los inconvenientes que presenta una persona para seguir indicaciones del GPS o mantener distancia física con otros.
¿Qué es la conciencia espacial?
De acuerdo a CognitFit, la conciencia o percepción espacial es la capacidad que tiene el ser humano de ser consciente de su relación con el entorno en el espacio que nos rodea y de nosotros mismos. La percepción espacial está formada por dos procesos:
- Procesos exteroceptivos: Los procesos que construyen representaciones sobre nuestro espacio a través de los sentidos (el entorno que nos rodea).
- Procesos interoceptivos: Los procesos que construyen representaciones sobre nuestro cuerpo, como la posición o la orientación (nuestra postura y lo relativo a nuestro cuerpo).
Una buena percepción espacial nos permite comprender la disposición de nuestro entorno y nuestra relación con él. La percepción espacial también consiste en comprender la relación de los objetos cuando existe un cambio de posición en el espacio. Nos ayuda a pensar en dos y tres dimensiones, lo que nos permite visualizar los objetos desde distintos ángulos y reconocerlos independientemente de la perspectiva desde la que la veamos.
La clave
Para llegar a estos hallazgos, los involucrados en el análisis revisaron 84 cerebros de pacientes con Alzheimer tras su fallecimiento. La clave para concluir que se puede identificar este problema con suficiente tiempo de anterioridad es que encontraron muerte celular mucho antes de que los daños fueran visibles en escáneres cerebrales.
Además de esto, los expertos descubrieron que la enfermedad se desarrolla en dos etapas, siendo la primera una fase “furtiva” en la que solo unas cuantas células cerebrales comienzan a dañarse, especialmente aquellas vinculadas a la orientación espacial.
¿En qué consiste la segunda fase de la enfermedad?
De acuerdo con el estudio, la segunda etapa se da con la acumulación de proteínas tau y beta-amiloide, las cuales están fuertemente relacionadas con el desarrollo del Alzheimer.
Sobre esto, señalan que aunque los cerebros envejecidos contienen pequeñas cantidades de estas proteínas, si se unen en placas pueden disparar síntomas cognitivos más perceptibles. Aunque estos niveles sean bajos, pueden dañar las neuronas clave en este proceso.
Los signos clásicos del deterioro cognitivo, como la pérdida de memoria, dificultades en el lenguaje y problemas para razonar, suelen aparecer en etapas avanzadas del Alzheimer. Sin embargo, un estudio reciente reveló que incluso niveles bajos de proteínas tau y beta-amiloide pueden dañar a las llamadas neuronas inhibitorias mucho antes de que los síntomas sean evidentes.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores utilizaron “software” de aprendizaje automático que les permitió rastrear el impacto temprano de estas proteínas en el cerebro.
El profesor Mariano Gabitto, autor principal del estudio, destacó la importancia de estos hallazgos: “Identificar las primeras neuronas que se pierden podría ser crucial para desarrollar intervenciones terapéuticas que las protejan y prevengan el deterioro cognitivo posterior”.
Teniendo en cuenta las declaraciones de los investigadores, se puede entender que intervenir en la fase “furtiva” sería útil para prevenir o evitar daños mayores.
En este contexto, Igor Camargo Fontana, director de programación científica de conferencias de la Asociación de Alzheimer, destacó la importancia del descubrimiento: “El largo periodo presintomático y silencioso de la enfermedad crea oportunidades para su detección temprana, intervención precoz e incluso prevención de los síntomas de demencia”.
Los expertos confían en que esta línea de investigación pueda abrir la puerta a tratamientos más efectivos antes de que el daño sea irreversible.