La estatura baja en infantes, que puede afectar la autoestima de un pequeño, tiene en la mayoría de los casos solución, pero solo “si se trata a tiempo”, dijo a Efe el endocrinólogo pediatra Arturo Ayala.

“Es necesario estar alerta si se nota que el niño o niña no crece, en promedio, 2.3 pulgadas al año entre los 4 y los 11 años de edad”, señaló.

La estatura baja o talla baja, explicó, se define como aquel crecimiento que va menor a los 1.5 pulgadas del carril familiar del crecimiento.

“Para determinar este carril familiar, se debe sumar la estatura de madre y padre, dividirla entre dos y sumar 6 pulgadas en el caso de los niños, mientras que en las niñas se resta esa misma cantidad y con base en ello, saber si hay un crecimiento anormal”, detalló.

Pero, ¿qué puede pasarle al niño cuyo crecimiento sea por debajo de lo normal?

“Esto puede significar un problema para los niños pues suelen ser víctimas de bullying (acoso)”, resaltó Zenia Santana, endocrinóloga pediatra del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

En el inicio de los ciclos escolares es cuando “los padres pueden darse cuenta si hay un problema de talla baja, pues ahí es donde se evidencia si el niño ha crecido o no en el último año”, señaló Ayala.

Los padres, dijo, notan que no hay cambio en la talla de ropa, ven muy pequeño al niño respecto a los demás y detectan falta de ganancia de peso o talla.

“Hoy se sabe que al menos tres de cada 10 niños cursan con talla baja durante la infancia y 1 de estos 3 puede tener trastorno hormonal susceptible de tratamiento”, explicó el endocrinólogo.

Entre las causas de la talla baja pueden estar los hábitos del niño, pero también existen otros factores que pueden determinar este padecimiento.

“Hay un alto porcentaje de niños que tienen alergias, alteraciones renales, intolerancias alimentarias que inciden en el crecimiento y, al corregirlas, hay mejoras en el crecimiento”, apuntó.

Sin embargo, hay un pequeño porcentaje que requerirá tratamiento con hormona de crecimiento, por lo que es importante consultar siempre con un especialista si se sospecha que el pequeño tiene un problema de talla baja.

“Se puede buscar consulta en cualquier momento, en el caso de las niñas debe ser antes de los 9 años y en los varones antes de los 11, porque después de esos años empieza la pubertad, que es la fase final de crecimiento y es mucho más complejo modificar la tendencia”, indicó.

El experto explicó que la obesidad ha determinado en gran medida que la población tenga una talla baja.

“La obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud pública y, paradójicamente, inicialmente estimula el crecimiento, pero éste se detiene de manera temprana”, indicó Ayala, quien recomendó buenos hábitos para evitar este padecimiento.

“Hay que procurar que duerman un mínimo de nueve horas, que tengan una alimentación balanceada, sin restricciones alimentarias, además que hagan ejercicio al menos 30 minutos al día”, precisó.

En caso de notar que son los más pequeños de la clase y han dejado de ganar de peso, además de no haber crecido dos tallas de pantalón en el último año, deben acudir a consulta con un endocrinólogo pediatra.