Una normativa de la Comisión Europea, vigente desde el lunes, restringe el uso de ciertos componentes químicos en productos de belleza masivos.

La decisión se fundamenta en estudios científicos que alertan sobre los peligros para la salud humana por la exposición continua a estas sustancias tóxicas en esmaltes y geles para uñas.

¿Cuáles son los componentes de los esmaltes qué se prohibieron?

La nueva normativa comunitaria prohíbe específicamente dos compuestos: el óxido de difenilfosfina (TPO) y el dimetil-p-toluidina (DMTA). La Comisión Europea los incluyó en la lista de agentes vetados tras clasificarlos como carcinógenos, mutágenos o tóxicos para la reproducción (CMR).

Esta categorización significa que la ciencia demostró su capacidad para producir cáncer, impulsar mutaciones genéticas o causar problemas de fertilidad.

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La prohibición se formalizó a través del Reglamento (UE) 2025/877, aprobado en mayo de 2025. Esta norma actualiza la ley general de cosméticos (Reglamento 1223/2009) y añade el TPO y el DMTA al listado de ingredientes prohibidos. El TPO es un “fotoiniciador” muy común en los geles semipermanentes. El DMTA, por su parte, es un “condicionante” que mejora la adhesión y la resistencia del esmalte.

Nicolás Olea, catedrático emérito de Medicina en la Universidad de Granada, explica su función: “Cuando te hacen este tipo de uñas artificiales, las profesionales aplican los productos y ponen una luz ultravioleta, que se mantiene unos minutos para producir una polimerización, con la que se solidifica”.

La prohibición en Europa se formalizó a través del Reglamento (UE) 2025/877, aprobado en mayo de 2025.
La prohibición en Europa se formalizó a través del Reglamento (UE) 2025/877, aprobado en mayo de 2025. (Shutterstock)

¿Cuáles son los riesgos para la salud?

Ambas sustancias presentan serios peligros para la salud. Miguel Motas, profesor de Toxicología de la Universidad de Murcia, detalla que los dos compuestos pertenecen a la categoría CMR 1B. Esta es la segunda clasificación más peligrosa. Indica que son “carcinógenos y mutágenos, es decir, que alteran la secuencia en el ADN y provocan mutación y cáncer”.

El TPO irrita la piel, produce alergias y oxida moléculas en el ADN. De allí surgen los problemas reproductivos y el riesgo oncológico. El DMTA es aún más peligroso. Motas advierte que “el DMTA inhalado puede causar una intoxicación, es tóxico en la piel y cancerígeno”.

Una inhalación en gran cantidad transforma la hemoglobina y le impide transportar oxígeno, lo que podría generar una intoxicación aguda. Daña también el ADN y es muy tóxico para el hígado y el riñón.

Olea agrega que tanto el TPO como el DMTA son disruptores endocrinos. Estas sustancias alteran el sistema hormonal y pueden causar problemas de fertilidad, diabetes, obesidad y cáncer.

“Los prohíben como CMR, porque a las autoridades les cuesta mucho hablar de disruptores, ya que tendrían que prohibir muchos más productos”, afirma el catedrático.

Los ingredientes en los esmaltes pueden ocasionar desde reacciones alérgicas hasta problemas respiratorios, cáncer o problemas de fertilidad. (Iva Balk / Pixabay)
La decisión se fundamenta en estudios científicos que alertan sobre los peligros para la salud humana por la exposición continua a estas sustancias tóxicas en esmaltes y geles para uñas.

¿A quiénes afecta más la exposición?

El riesgo principal de estos químicos no recae sobre los usuarios ocasionales, sino sobre quienes trabajan con ellos a diario. “El mayor riesgo de estas sustancias es para los profesionales de la manicura”, subraya Motas. La exposición continuada a través de la inhalación o el contacto con la piel aumenta las probabilidades de sufrir efectos adversos.

El momento de la aplicación es el más crítico. El TPO presenta su mayor problema cuando se aplica, porque se puede inhalar y entrar en contacto con la piel. Una vez que el esmalte se endurece, el riesgo disminuye. El DMTA, al ser un activador que no necesita luz, polimeriza en contacto con el aire, lo que lo vuelve peligroso durante su manipulación.

Algunos países ya tomaron medidas preventivas. Olea menciona el caso de Francia: “Francia es el primero que prestó atención a las profesionales de la manicura, que pasan horas en salones de belleza expuestas a estos componentes tóxicos, y legisló que deben aplicarlos con mascarillas, protección y durante un tiempo limitado”.