Con tan solo cinco años y su condición de síndrome de Down, Gael Andrés Alvarez Espada ha demostrado que su gran pasión es el mar.

Comenzó a practicar el surfing a los tres años y medio, cuando por motivos terapéuticos fue a un evento de Surf 4 DEM, una corporación sin fines de lucro que se dedica a ofrecer terapia alternativa a través del surfing.

“Lo que empezó como algo terapéutico se convirtió en nuestra rutina. Ahora mismo lo estamos combinando con clases de natación avanzada porque mucha gente cree que tiene el potencial de desarrollarse en el surf”, señaló Darlene Espada, madre de Gael.

Contrario a lo que ocurre en la mayoría de los casos, las pruebas médicas que le realizaron a Espada durante al embarazo no demostraron que su bebé viniera con alguna condición de salud. Fue cuando Gael tenía tres meses de nacido que sus características físicas y el bajo tono muscular alertaron a los médicos y llevaron al diagnóstico de síndrome de Down.

Desde entonces comenzó la lucha de la familia para sacar al niño adelante. Pero a Gael también le aquejan otras condiciones como Equinovarux o pie equino, disfagia e hipotonía muscular generalizada. Para modificar la deformidad de su pie ya ha sido operado en tres ocasiones y la mejoría ha sido notable en el equilibrio y la coordinación que muestra al caminar.

“Los médicos dijeron que él podría comenzar a caminar entre los cinco y seis años, pero Gael empezó a los dos años y 10 meses”, comentó su mamá.

En la actualidad, la rutina de Gael incluye su asistencia diaria al Centro Margarita de Cidra, donde además de cursar el prescolar recibe terapia ocupacional y física. Los lunes y miércoles visita las instalaciones de SER de Puerto Rico, los martes y jueves toma clases de natación adaptada en Arecibo y los sábados va a Isabela a participar de las terapias de Surf 4 DEM.

Para Espada, quien reside en Cidra, la rutina es un poco cuesta arriba pues es madre soltera, trabaja y tiene otro hijo de 15 años, Gabriel. Según comentó, el amor de madre es más fuerte que cualquier cansancio físico y además cuenta con el apoyo de sus padres.

“Han sido  cinco años bien fuerte, pero ver lo que hemos conseguido y hasta donde ha llegado Gael nos hace sentir bien. Actualmente le están dando mucho énfasis al autismo y a los niños con síndrome de Down se les hace bien difícil conseguir terapias alternativas, pero soy ‘presentá’ y me paso buscando servicios nuevos y distintos en terapias alternativas. Ha tomado terapias con delfines y con caballos”, aseguró.

Espada comentó que tiene mucha fe en los tratamientos alternativos para complementar los métodos tradicionales y en su constante búsqueda por nuevas opciones para el niño encontró que en Alicante, España, la  Fundación Río Safari está ofreciendo terapias asistidas con leones marinos para estimular el sistema neurológico de personas con condiciones como el síndrome de Down. Espada se comunicó con los organizadores del proyecto y recibió una invitación para que Gael tome las terapias este próximo mes de julio.

Sin embargo, la situación económica familiar no hace posible costear este tipo de viaje. Por eso, Espada creó la Fundación Una Aventura llamada Gael. A través de esta entidad, la familia procura recaudar los fondos necesarios para que el niño pueda beneficiarse de la terapia.

“Si se nos da la oportunidad será el primer niño puertorriqueño con síndrome de Down que toma esta terapia”, mencionó la madre.

Las personas que quieran ayudar a Gael pueden cooperar a través de la cuenta del Banco Popular número 386051154 a nombre de Fundación Una Aventura llamada Gael, por PayPal a unaaventurallamadagael@gmail.com y a través de ATH Móvil al 787-237-7556. También puedes obtener una camisa o una gorra por un donativo de $12.