Teniendo el humor y la camaradería como capa y espada, integrantes de los Irreverent Warriors se pondrán sus pantalones cortos y mochilas militares este sábado para realizar su cuarta caminata por las calles del Viejo San Juan y así llevar su mensaje de prevención contra el suicidio y abogar una mejor calidad de vida para la comunidad.

La entidad sin fines de lucro, que agrupa a más de 48 mil personas en Puerto Rico y Estados Unidos, llegará al Castillo San Felipe del Morro a las 7:00 de la mañana para encontrarse con sus compañeros y otros que aún están por conocer los esfuerzos detrás de esta iniciativa que comenzó en 2015 con el capitán retirado Donny O’Malley y el sargento Ryan Loya -ambos de la Marina de los Estados Unidos-, quienes celebraron el primer “Silkies Hike” en San Diego, California, para conmemorar la vida de dos colegas cercanos que se privaron de la vida.

La caminata levantó conciencia sobre la preocupante cifra de que unos 22 veteranos cometen suicidio en Estados Unidos diariamente.

“No hay programa más efectivo que el que nosotros hemos creado porque muchos otros programas quieren resolver el problema cuando ya la persona está al borde del suicidio, lo que hace bien difícil solucionarlo. Hay personas que han pasado por esto y han expresado ‘yo me quiero suicidar’, y en mi caso, mi mentalidad cambió cuando me sentí parte de una familia, y todos los días, siempre llega alguien con el mismo ‘issue’ y sus vidas cambian cuando saben que le importan a alguien. Eso es lo que nosotros queremos cambiar en Puerto Rico, saber que siempre hay alguien al que le importas”, expuso Audi Laboy, coordinador local del capítulo puertorriqueño del organismo, cuya caminata se caracteriza por el uso de “silkies”, los famosos pantalones de ejercicio extracortos que usan las tropas durante sus entrenamientos físicos, sus botas de combate, mochilas para caminatas, banderas de escuadrón y la jocosidad de sus participantes.

Laboy, quien se unió a esta iniciativa como voluntario en el año 2021, expresó a Primera Hora que los Guerreros Irreverentes utilizan métodos menos convencionales, como los jangueos y las caminatas para fomentar espacios seguros donde exmiembros de las ramas militares estadounidenses puedan soltar sus preocupaciones e identificar maneras para atender sus trastornos mentales provocados por la participación en el cuerpo militar. Además, asegura que a pesar del humor pesado por el que se suelen distinguir los militares y exmilitares, la entidad aboga por crear espacios libres de racismo, misoginia, homofobia, xenofobia y otras manifestaciones discriminatorias.

“Mucha gente podrá ver este grupo como chocante por lo poco convencional que somos, pero eso es lo que atrae a otros soldados y una cosa que yo digo es que yo extraño a los payasos, pero no el circo. Me refiero que no extrañamos ni queremos la estructura del Ejército; lo único que queremos es compartir con nuestros compañeros”, expresó el líder, asegurando que la entidad local ha logrado unir otros grupos, como el Puerto Rico American Legion y el Disabled American Veterans, para extender sus aportaciones para ayudar esta población.

“Ya no me siento tan solo”

Christian Araujo Andrade, por su parte, aseguró que su integración a los Irreverent Warriors a finales del 2023 le salvó la vida y que encontró más que un grupo de apoyo, sino una nueva familia en la Isla.

“Me encanta. Cuando los conocí estaba en baja, estaba bien triste, no tengo familia aquí, no tenía apoyo alguno; había terminado una relación de más de 11 años y por casualidad de la vida encontré a los Irreverent Warriors y tuve una conexión inmediata”, expresó el veterano ecuatoriano-salvadoreño, quien llegó a conectar con Laboy durante una misión en San Tomás y tomó los primeros pasos para encontrar estabilidad.

“Esto es una familia que sigue creciendo y sigue creciendo, y me encanta, porque ya no me siento tan solo, tengo un grupo de personas que puedo llamar y coordinar algún encuentro para hablar. Esto es como un ‘safety net’ (red de apoyo), es una familia al instante”, agregó.

Crystal Allen, por su parte, manifestó que ella llegó a conocer del heterodoxo grupo en la Isla en enero del año pasado tras una conversación con una de sus colegas en Sacramento, California.

“Encontré mi grupo, encontré mi gente. Cuando di a conocer que era una veterana me dijeron que viniera para acá”, apuntaló la veterana, quien aseguró que este círculo de colegas lo tiene arraigado al corazón dado que puede sentirse cómoda consigo misma.

Por consiguiente, Allen exhortó a otros veteranos a que se realicen una introspección y reconocer que “no tienen que estar solos para enfrentar sus retos”.

“Estamos a un mensaje de texto, una llamada, un mensaje de WhatsApp... Hay un grupo de veteranos puertorriqueños que están dispuestos a apoyarte, ya sea saliendo para darse una cerveza, una pequeña caminata... queremos integrarnos a tu vida y hacer todo lo posible para evitar recurrir al suicidio”, indicó.

Los participantes veteranos y militares presentes caminarán entre 8 a 14 millas por las calles adoquinadas de la ciudad capital con la misión singular de erradicar el suicidio entre los suyos.

Para más información del evento y registrase en EventBrite acceda al siguiente enlace: https://www.eventbrite.com/e/irreverent-warriors-silkies-hike-puerto-rico-tickets-693842801497

Igualmente, los veteranos interesados en unirse a los Guerreros pueden inscribirse en la misma actividad.

Si usted o alguien que conoce requiere consejería en medio de una crisis, apoyo emocional o ha presentado comportamientos que puedan conducir a privarse de la vida, llame de inmediato a la Línea PAS para obtener apoyo y ayuda psicológica, al teléfono 1-800-981-0023 o al 9-8-8.