Tener cierta inquietud por  las preocupaciones del diario vivir es, hasta cierto punto, comprensible. Pero hay veces en que el grado de desasosiego o desesperación por alguna situación se convierte   en algo agobiante.

Mucho se habla de la ansiedad. Incluso, hay quienes la adoptan como  una reacción común, pasando por alto las serias consecuencias a la salud de experimentarla. Pero, ¿cómo podemos reconocerla?

Se trata de “un estado emocional incómodo en el cual una persona siente que algo malo va a suceder”, explica el psiquiatra Douglas J. Romero. Se manifiesta de muchas formas. “Ataques intensos en un periodo de tiempo corto, reacciones fuertes luego de un evento traumático, temor excesivo a una situación u objeto, o preocuparse excesivamente de asuntos del diario vivir” son algunos ejemplos de cómo pudiera reflejarse la ansiedad.

¿Cuándo se convierte en un  trastorno médico? “En el momento en que interviene con el diario vivir de la persona y su capacidad de funcionar normalmente”, responde el doctor.

Por otro lado, Romero hace la aclaración de que “en psiquiatría se diferencia la ansiedad de miedo en que es una reacción física a algo específico”. Como ejemplo, menciona que “alguien puede sentir gran ansiedad de que ocurra un terremoto versus miedo a un perro agresivo y la preocupación inminente a que le muerda”.

Conócela en detalle

¿Qué es?

 La ansiedad es un estado emocional incómodo en el que  la persona siente que algo malo va a suceder. Tiende a ser un sentimiento difuso de peligro.

Ataque de ansiedad 

Es una reacción intensa emocional y física en el que la persona  reacciona a un evento adverso, ya sea  real o imaginario. Es la reacción descrita en la respuesta anterior, pero, generalmente, a una situación específica.

¿Por qué ocurre?

La ansiedad es provocada por la activación inapropiada en el cerebro de los centros que procesan las señales de peligro. 

Durante un ataque de ansiedad, estos centros se activan excesivamente respecto a la situación de la persona. En ataques de pánico, estos centros se activan sin tener ninguna razón que se pueda identificar. 

Los centros de ansiedad entonces envían señales al resto del cerebro y al cuerpo creando la sensación y la reacción de ansiedad en el resto del cuerpo.

Varias condiciones médicas también pueden causar episodios de ansiedad. Episodios de hipoglucemia, condiciones de tiroides, trastornos hormonales y ataques al corazón pueden crear síntomas de ansiedad, pues algo mal está sucediendo en el cuerpo y activa al cerebro.

Síntomas

Las sensaciones físicas asociadas pueden ser extremadamente potentes e incómodas. Entre las reacciones físicas que acompañan al sentimiento suelen figurar: 

  Sudor
  Palpitaciones del corazón
  Aumento en la presión sanguínea
  Resequedad en la boca
  Tensión muscular
  Confusión de los sentidos
  Mareos o sensación de desmay

¿Cómo se diferencia del ataque de pánico? 

Un ataque de pánico es un ataque de ansiedad que generalmente sucede sin que haya algo en el ambiente que justifique la reacción de ansiedad intensa. 

En el trastorno de pánico la persona sufre de estos episodios frecuentemente acompañados de preocupaciones sobre tener otro episodio. 

Los episodios evitan que la persona funcione normalmente y afectan su calidad de vida.

¿Quién puede sufrirlo?

Cualquier persona puede padecer ansiedad. Se estima que un 16.6 por ciento de las personas en el mundo entero  sufren de algún trastorno de ansiedad.  

Se estima que una cuarta parte de la población sufrirá de un ataque de pánico en algún momento. 

 Personas con familiares que sufren de algún trastorno de ansiedad están a mayor riesgo. 

También lo están personas con historial de algún trauma, con estrés en exceso, veteranos de combate y personas con algunas condiciones médicas.

¿Cómo manejar un episodio? 

La ansiedad puede ser tan intensa que muchas personas buscan ayuda de su médico de cabecera o una sala de emergencia cuando lo experimentan por primera vez.

Si se tiene un episodio de ansiedad intenso, en especial  si es la primera vez, se recomienda buscar ayuda médica para determinar  la causa del episodio.

Posible sanar

La ansiedad puede ser el primer síntoma de una condición seria que requiera tratamiento. Por eso es muy importante buscar ayuda médica.  

Una vez se identifica la causa de la ansiedad se puede tratar y hasta eliminar los síntomas. 

A través de diversas terapias, la ansiedad puede tratarse al punto que la persona no requiera más tratamiento.

El rol del  estrés 

Es importante distinguir entre ansiedad y estrés. Éste último  puede ser algo bueno si no es en exceso. Incluso, un estrés apropiado nos permite funcionar mejor si se canaliza debidamente. 

Ahora bien, la ansiedad, por definición, es mala para la salud. Suprime nuestra respuesta inmune, aumenta el riesgo de enfermedades y afecta al individuo y a quienes le rodean. 

Personas con mucho estrés están en riesgo de sufrir de ansiedad pues a nivel excesivo sobrecarga al cerebro al punto de que impide su función normal.

A nivel preventivo 

La prevención es posible e importante, pues el manejo de estrés apropiado puede evitar que se desarrollen condiciones de ansiedad. 

Fuente:  Dr. Douglas J. Romero, diplomado del American Board of Psychiatry and Neurology