P: Dr. Soto, a mi abuela le dijeron que tenía la hemoglobina glicosilada alta. Ella es diabética y toma pastillas para controlar su condición. ¿De qué se trata eso que le pasa con la hemoglobina?

Lisa, Arecibo

R: Para mantener un control adecuado del azúcar, además de saber cuán altos o cuán bajos estén los niveles en un día en particular, se debe conocer, además, cuál es el nivel de hemoglobina glicosilada.

La hemoglobina glicosilada (Hgb A1c) es el indicador más importante del control de la diabetes. Cuando un médico le envía una prueba de hemoglobina glicosilada, en realidad lo que necesita saber es cuán adecuado fue el manejo del azúcar en la sangre en las pasadas semanas. Más detalladamente, la hemoglobina glicosilada refleja los niveles de azúcar de los pasados tres a cuatro meses.

Esto sucede porque el azúcar es “pegajosa”, por lo tanto, la glucosa se adhiere a las proteínas del organismo, entre ellas, a la hemoglobina. Si hay exceso de azúcar en la sangre durante ese tiempo, la hemoglobina contendrá mayor cantidad de glucosa.

Lisa, en una persona sin diabetes, hasta alrededor del 5% de la hemoglobina es glicosilada. Pero, en una persona diabética y con niveles elevados de glucosa en la sangre, este número aumenta, por lo que los niveles de hemoglobina glicosilada estarán en proporción directa con los niveles de glucosa en la sangre durante el periodo de tiempo antes mencionado.

¿Y cuál es la importancia de saber la hemoglobina glicosilada? Pues, se sabe que como un buen indicador, nos ayuda a predecir cuál puede ser la probabilidad de desarrollar complicaciones crónicas de la diabetes.

Para más datos, las complicaciones tardías de la diabetes son cambios en la forma en que percibimos las sensaciones, problemas con los riñones -que son la fuente principal de filtración de nuestro cuerpo-, cambios en la visión y problemas cardiacos.

Para poder evitar estas complicaciones, lo ideal es tener la hemoglobina glicosilada entre 6% y 7%. Cuando ésta permanece por mucho tiempo elevada (sobre 8%), los cambios en el cuerpo pueden ser irreversibles y permanentes.

Las guías de tratamiento de la diabetes recomiendan verificar la hemoglobina glicosilada al menos 2 veces por año. Pero, si deseamos ser más estrictos, debemos perseguir la meta de verificarla cada tres a cuatro meses. De esta manera, podemos aumentar la probabilidad de que las complicaciones de la diabetes se retarden o no afecten la salud.

Algunas recomendaciones para tratar de mantener un nivel adecuado de la hemoglobina glicosilada son:

1. Mantener una dieta baja en hidratos de carbono. Esto significa no más de ½ taza de arroz cocido al día. Pero, no hay que olvidar que las pastas como la lasaña, coditos y espaguetis son hidratos de carbono. Además, se recomienda controlar el consumo de pan, que debe ser integral.

2. Ingerir una porción de fruta al día (½ guineo en la mañana y la otra mitad en la tarde). Si se come fruta en la mañana, no se debe tomar jugo de china, ya que éste sustituye una porción de fruta.

3. Hacer ejercicio cardiovascular, por lo menos de 20 a 30 minutos diarios, tres veces a la semana. Algunas formas de ejercicio cardiovascular son caminar, nadar o trotar.

4. Tomar los medicamentos recetados para el control del azúcar, según las indicaciones del médico.

5. Visitar al médico con regularidad, para verificar los niveles de hemoglobina glicosilada.

Un último consejo para que la evaluación de la hemoglobina glicosilada sea certera: el paciente no debe hacer “trampas” al comer ni al tomarse su medicamento.