Es una condición más que incómoda para quien la padece, que se siente constantemente inseguro y avergonzado de su manifestación bastante evidente: el escape de orina en cualquier momento.

Se trata de la incontinencia urinaria, una patología más frecuente en el sexo femenino que implica la pérdida del control de la vejiga. 

Según los expertos, sus síntomas pueden ir desde una fuga leve de orina -como las que ocurren cuando se estornuda, tose o ríe a carcajadas-, hasta la pérdida abundante de ésta.  Pero, cualquiera sea el escenario, la realidad es una: la incontinencia afecta de muchas maneras el bienestar de quien la sufre, particularmente lo que atañe a su satisfacción sexual.

Repercusiones en la cama

De acuerdo con la sexóloga Alicia Fernández, está demostrado que la falta de control voluntario de la orina hace que la persona -particularmente la mujer- no se sienta sexualmente atractiva.

La experta señala que, debido a que los episodios de incontinencia pueden ocurrir en plena relación íntima, el funcionamiento sexual de quien la sufre disminuye considerablemente  (incluyendo el deseo, la excitación y la satisfacción global). 

Las mujeres incontinentes, por ejemplo, suelen sentirse incómodas ante la posibilidad de desprender un olor desagradable para la pareja o la sensación de notar una excesiva humedad en la zona genital. 

Esta ansiedad puede ser tan extrema que, incluso, suele desembocar en la pérdida de interés por el sexo debido al miedo al rechazo.  Según un estudio realizado el año pasado -y publicado en el portal español Noticias Médicas-, hasta un 50% de las mujeres incontinentes rechazan los encuentros bajo las sábanas debido al problema.

“La incontinencia puede definitivamente afectar la vida sexual  de una persona porque puede aparecer durante la penetración, el orgasmo o el post orgasmo.  En todos estos procesos puede haber emisión de orina”, asegura la Dra. Fernández, quien trabaja en la Clínica de Sexualidad Humana.

“Esto genera en la mujer temores bien fuertes cuando está con su compañero, además de vergüenza y tristeza”, observa la especialista.

Autoestima en jaque

La también sexóloga Carmen G. Valcárcel destaca que la incontinencia urinaria provoca una baja en la autoestima que es determinante en la pérdida de la libido o deseo sexual.

Este deterioro del autoconcepto hace que quien la padezca se infravalore y se convierta en una persona retraída en el plano íntimo.

“Cualquier condición que te haga pensar que eres inadecuado(a) como pareja, puede influir en cuántas ganas tienes de participar de la actividad sexual. Sin embargo, si desarrollas estrategias para evitar la pérdida de orina, el deseo sexual tiende a no afectarse”, revela la Dra. Valcárcel.

Los expertos en el tema precisan, asimismo, que la incontinencia conlleva un impacto negativo en otros aspectos de la vida cotidiana, como lo son las actividades físicas, la socialización y la comunicación afectiva.

Tratando la condición

Ya sea por vergüenza o pudor, los urólogos aseguran que son muy pocas las personas con incontinencia urinaria que consultan a su médico.  Esta tendencia, que se ve a nivel internacional, preocupa grandemente a los doctores, quienes aseguran que la falta de tratamiento puede empeorar el cuadro clínico del paciente.

Para evitar este riesgo, el urólogo Norman de la Rosa recalca que lo principal es, precisamente, asistir a la oficina de un médico especialista, quién determinará la causa de la afección.  Sólo así se podrá realizar el tratamiento adecuado -bien sea farmacológico o quirúrgico- y, como consecuencia, mejorar la calidad de vida de la persona.

“Los pasos a seguir dependerán de la causa de la incontinencia.  Hay unas que se pueden tratar con medicamentos orales que evitan que la vejiga se contraiga cuando no tiene que hacerlo.  Los casos más severos requerirán una operación que normalice la función fisiológica del paciente”, puntualiza el Dr. De la Rosa.

La sexóloga Fernández recomienda, además practicar los ejercicios Kegel, una serie de ejercicios -realizados cada vez con mayor intensidad- que fortalecen el suelo pélvico y corrigen muchos casos de incontinencia.  Estos fueron desarrollados en la década del 194 por el sexólogo estadounidense Arnold Kegel.

Para recuperar la normalidad…

1. Mantén la calma: Durante el acto sexual, ten siempre cerca alguna toalla, pañuelos desechables o papel higiénico absorbente.
2. Controla las bebidas: Intenta limitar la cantidad de líquidos que ingieres antes del encuentro íntimo y orina antes de iniciarlo.
3. Selecciona mejor las posiciones: Elige las posturas sexuales que ponen menos presión en el abdomen (como la de lado y del perrito).
4. Habla con tu pareja: El diálogo debe ser una de las herramientas principales e iniciales para que la relación no se afecte negativamente.
5. Practica los ejercicios Kegel: Al hacerlos con regularidad, conseguirás fortalecer el suelo pélvico y podrás evitar la fuga de orina.
6. Ten una evaluación médica: La condición requiere un tratamiento inmediato; si no la tratas a tiempo puede empeorar dramáticamente.

Más información: La sexóloga Alicia Fernández  tiene su práctica en la Clínica de Sexualidad Humana.  Para citas, llama al 787-768-3320.  La Dra. Carmen G. Valcárcel es médica sexóloga con práctica privada.  Para consultas, llama al 787-764-5642 o visita www.mimejoramiento.com.