Uno de los propósitos de Año Nuevo más comunes es adelgazar. Después de un mes cargado de dulces, postres y tradicionales comidas navideñas, varias personas se proponen bajar aquellas libras que probablemente subieron durante las festividades.

Es entonces cuando entran todo tipo de dietas a sus vidas, así como ejercicios variados que muchas veces quedan en el olvido debido a que la rutina no les permite continuar con este tipo de hábitos.

Pero, ¿sabía usted que la dieta y ejercicio no son los únicos factores que podrían ayudarle a adelgazar? Así es, de acuerdo con un estudio realizado por la facultad de medicina de Harvard, la hora en la que se consumen las típicas tres comidas del día juega un papel fundamental al momento de perder peso o incluso mantenerse en él.

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No obstante, de acuerdo con los investigadores, al final la comida que más impacto tendrá en el metabolismo del ser humano es la cena, pues al ser la última comida del día, esta no se digiere tan rápido como las otras.

Según lo que se explica en el estudio publicado en la revista de divulgación científica Cell Metabolism, en gran parte esto tiene que ver con que nuestro mayor tiempo de reposo e inactividad es en la noche, razón por la cual esta última comida se digiere con más lentitud.

¿Cuál es la mejor hora para cenar sin ganar peso?

Ahora bien, para poder determinar la hora adecuada para que una persona pueda cenar sin engordar, tuvieron que realizar un experimento con una población específica.

Durante 12 días, 16 personas con sobrepeso se sometieron a una dieta estricta programada por los investigadores. Esta no solo contaba con una lista de comidas y alimentos puntuales, sino que también les indicaron las horas en que debían consumirlos.

Inicialmente, el estudio se dividió en dos etapas: en una primera instancia, los participantes cenaron seis horas y media antes de acostarse durante un periodo de seis días. Luego, durante otros seis días, su horario para cenar cambió radicalmente y cenaron dos horas y media antes de acostarse.

Es importante resaltar que en este periodo de tiempo los investigadores monitorearon las hormonas reguladoras del apetito, la temperatura corporal, el gasto de calorías y las células grasas de los participantes.

Fue así como, pasados los 12 días del experimento, llegaron a la conclusión de que el aumento de grasa corporal estaría directamente relacionado con el hábito de cenar a altas horas de la noche. Es decir, que entre más tarde se consuma la última comida, su cuerpo almacenará más grasa.

Según la investigación, esto se debe a que los cuerpos de los participantes generaban mayores niveles de grelina -la cual es una hormona que aumenta el apetito-, y a su vez disminuían la cantidad de calorías quemadas.

En otras palabras, si una persona desea perder peso no es suficiente con que tenga una dieta balanceada, sino que también deberá tener en cuenta los tiempos en que consume sus alimentos.

Por otro lado, recuerde que, si desea hacer algún tipo de dieta o quiere hacer un cambio en su alimentación, siempre debe acudir a un nutricionista o profesional en la salud que pueda orientarlo de la manera adecuada.