Si toda la vida ha pensado que andar en tacos tiene algún efecto negativo en la salud, tiene razón y así lo ha demostrado, otra vez, un nuevo estudio.

La investigación, publicada en el International Journal of Clinical Practice y reseñada en el portal Scienc Daily, encontró que el uso de zapatos de taco alto puede fortalecer el tobillo al principio pero con el tiempo provoca debilitamiento e inestabilidad del área.

A la profesora de kinesiología y coordinadora de entrenamiento deportivo de la Universidad de Charlotte, Tricia Turner, no le sorprendieron los resultados. “Al principio cuando se usan tacones los músculos que rodean los tobillos tienen que contraerse continuamente para caminar y que el cuerpo se mantenga erguido. Con el tiempo se necesita menos contracción muscular y los músculos inferiores de la pierna se adaptan a los cambios de calzado. Una vez que eso ocurre, hay menos contracción de los músculos”, explicó según reseñado en el portal.

Con el uso prolongado, los músculos posteriores de la pierna se acortan y los delanteros se alargan y esos cambios de tamaño pueden alterar la fuerza muscular.

Turner señaló que los tacos provocan problemas porque colocan los pies en una posición naturalmente inestable. En zapatos deportivos o “flats” el pie está en una posición neutral donde los huesos del tobillo están bajo los huesos de la pierna, lo que crea una unión más estable y una menor posibilidad de lesiones. Los tacos altos también alteran la manera de caminar, que entonces deja de ser fluída.

Además, el daño que puedan sufrir los ligamentos y nervios del tobillo no se queda ahí, también puede conducir a problemas en las piernas y espalda.

Para minimizar el riesgo de lesiones, la recomendación es hacer ejercicios de estiramento, fuerza y equilibrio. Claro, también puede dejar las tacas a un lado y caminar por la vida con más comodidad.