Con sus movimientos  cadenciosos y sus acordes pegajosos, no cabe duda de que la salsa es un género que conquista a muchos. Pero  más allá de invitarnos a mover los pies y envolvernos en su ritmo, este baile tiene la propiedad de generar numerosos beneficios para nuestra salud.       

“Cada destreza de baile tiene un lado positivo”, menciona el maestro de baile Dicky Colón. “La salsa en particular ayuda mucho a sentirte bien”.

Entre las experiencias que comparte, menciona que “tengo gente que viene a tomar clases y me dice que  el médico les mandó a hacer ejercicios, pero que no les gusta nadar ni   ir a correr ni caminar”. De ahí que la clase de salsa se  convierta en una opción entretenida para ejercitarse. “Vienen a bailar y están meses tomando clases de lunes a jueves, y me cuentan que el médico les dice que han mejorado su condición médica”. 

Uno de los beneficios más típicos de bailar salsa es combatir el estrés. “Mucha gente me dice que salen con esas tensiones del trabajo, vienen aquí y se relajan y pueden llegar a la casa y descansar bien”, revela el instructor, quien ofrece una de sus clases en el centro comunal Jardines de Caparra, en Bayamón.  

 El propio Dicky es un ejemplo de cómo esta disciplina musical ha contribuido a su salud. “Soy asmático y esto me ha ayudado mucho. Tengo resistencia respiratoria. Antes, usaba la pompita (inhalador) para  el aire, y ahora no la utilizo”. Y compara que bailar  “es como si uno estuviera corriendo o caminando”.

El también maestro de educación física aclara que para recibir los beneficios de la salsa a nivel de la salud, es importante bailarla al menos tres veces a la semana, entre una hora y hora y media, “según su resistencia”, y aumentar el tiempo de dedicación mientras “vaya pasando el tiempo”.

Beneficio para toda edad

El instructor señala enfático que para bailar y recibir los beneficios de la salsa como elemento sanador, “la edad no es límite”. Por el contrario, “la persona que baile, que esté trabajando cualquier ritmo, puede beneficiarse”.
De paso, Dicky  hace referencia al  estudiante mayor de sus clases, una persona de  87 años. “Es un señor que no tiene ningún vicio, no fuma ni nada. El único ejercicio que hace es bailar, y lo hace cada minuto que puede”. Tan en serio toma su compromiso por bailar, que “él  baila tres horas diarias, de lunes a jueves, y hasta sábados, y está como un niño de 15 (años)”.

Entre sus otros discípulos, el joven bailarín cuenta con “personas parapléjicas, personas con impedimentos físicos”,  con autismo, marcapaso, audioimpedidas y no videntes, lo que exige “explicar todo mientras estamos enseñando para que ellos puedan dejarse guiar”.

Durante la visita de Primera Hora a la clase de Dicky, conocimos a Lydia M. Pérez Pérez, una sobreviviente de cáncer de seno metastizado, que nos relató contenta cuánto disfruta su clase y lo mucho que ha contribuido a su proceso de rehabilitación. “Tenía mi última quimio(terapia) y como uno se hincha, tenía que hacer ejercicios. Y quise hacer algo para rebajar, pero quería que fuera algo que me gustara. Conocí de esta oportunidad, así que opté por la salsa”. 

Actitud para lograrlo

 “Yo siempre les digo tres palabras a mis estudiantes, y se ríen cuando las digo, y lo aprendí en la clase de psicología. Me refiero a  AMP: actitud mental positiva”, confiesa enfático el maestro. “Tienes que estar con una actitud positiva para que las cosas te salgan. Ése es el cuento que les hago”.

Del mismo modo,  invita a recordar que “para bailar hay que tener paciencia”. A veces, las cosas “no nos salen,  y tenemos que esperar”, además de comprender que “cada cual aprende diferente”. A su vez, señala que la disciplina que imparte “es un método que Tito Ortos, un amigo y   maestro de San Juan, ha creado”.

Por otro lado, tanto para aprender como para adoptar los numerosos beneficios de este ritmo musical tropical, “hay que sacar tiempo y, sobre todo, dedicación. Cuando uno quiere hacer algo, uno tiene que dedicarle todo el tiempo del mundo”.

Con miras a motivar al lector a iniciarse en el mundo de esta expresión musical y adoptar sus efectos positivos, el maestro describe que “bailar salsa es moverse  de frente para atrás, sólo que hay que hacerlo al ritmo de la música, en coordinación”. Antes que verlo como un reto difícil, conviene reflexionar que “no podemos tenerle miedo”. 

Para concluir, señala con énfasis que “para mover un poco los pies, uno lo que necesita son las ganas de trabajar, y el tiempo. Recordar que hay que atreverse, que el cielo es el límite para cualquier cosita”.

Cómo puede ayudarte

Para bajar de peso 

Trabajar en el desarrollo de la coordinación motora

Fomentar  las destrezas de socialización

Liberar el estrés

Contribuir en  la coordinación de movimientos 

Incrementar la flexibilidad corporal

Fortalecer los músculos, incluyendo  las piernas y los brazos 

Beneficiar el sistema  cardiovascular 

Contribuir a la capacidad cardiorrespiratoria

Fortalecer los pulmones

Eliminar toxinas

Promover la paciencia

Mejorar el estado de ánimo 

Fomentar el balance del cuerpo

Mejorar la circulación sanguínea

Agilizar los reflejos

Desarrollar la concentración

Dónde aprender

Academia  de baile Bayamón Ciudad  Salsera (centro comunal Jardines de Caparra, centro comunal de Lomas Verdes, centro comunal de Rexville y centro comunal de Río Hondo)
Bayamón
  787-779-4545 / 787-461-8774

Puerto Rican Salsa Dance Studio
 Bayamón
 787-288-2114

Academia de Bellas Artes de Caguas
 Caguas
 787-367-3974

2000 Dance Studio
 Carolina
 787-257-0130

Academia de baile Julie Mayoral
Coamo / Ponce / Yauco
 787-843-2830
 bailejuliemayoral@hotmail.com

School for the Performing Arts
 Guaynabo
 787-274-8976

Dance & Art Masters Inc.
   Vega Alta
 787-883-2963