Términos como micropigmentación, microblading y laminado de cejas se han popularizado en el mundo de la belleza. Aunque son procedimientos diferentes, su objetivo es el mismo: crear la ilusión de unas cejas más oscuras y pobladas.

Y así como a comienzos del siglo XXI las cejas delgadas fueron tendencia, hace una década las cejas gruesas empezaron a imponerse, lo que llevó a muchas mujeres a buscar en el maquillaje la solución a su escasez.

Pero las sombras, lápices, geles y pomadas eran una solución a muy corto plazo, que requería habilidades para manejar las brochas y pinceles, además de ser una tarea diaria que no a todas les encantaba. De ahí la buena acogida de la micropigmentación y el microblading.

¿Qué es la micropigmentación de cejas?

Catalina Jaramillo, CEO y fundadora de la marca Catalina Jaramillo especialistas en cejas describe este procedimiento como una tendencia que consiste en colocar un pigmento en la capa superficial de la piel, que no llega a ser tan marcado y profundo como un tatuaje, pues con el tiempo va desapareciendo.

“Lo que pasa es que solo a muy pocas personas se les desaparece por completo, pero a la mayoría lo que le pasa es el que pigmento se oxida y se torna de un tono naranja, rojo, verdoso o grisáceo y la solución es volverse a hacer otra pigmentación o retoque”, explica Jaramillo.

Aunque la micropigmentación viene a la baja, desplazada por el laminado de cejas, todavía goza de popularidad.

¿Qué es el microblading?

Jaramillo lo define como el uso de unas láminas delgadas para cortar la piel y depositar el pigmento en forma de pelo y añade que “recién hecho se ve muy natural porque no se sombrea sino que se pintan pelos como tal, pero cuando el pigmento se absorbe no queda en una línea delgada, sino que se va regando un poco y queda algo borroso”.

En este caso, la ceja se puede ver más natural, pero depende de la cantidad de pelo. Cuanto menos se tiene, menos natural se ve.

Los riesgos de estos procedimientos

Felipe Rojas, dermatólogo de la clínica Reborn Medicina Estética by Juan Pablo Rodríguez, señala que procedimientos como el microblading pueden tener efectos nocivos, al causar cicatrices hipertróficas, queloides o infecciones, además de posibles alergias a los pigmentos.

“No se lo deben realizar personas que sufren de diabetes, de problemas de coagulación o que estén tomando medicamentos para la anticoagulación”, recomienda.

Por su parte, Catalina Jaramillo sostiene que los riesgos aumentan con los retoques, especialmente cuando las personas abusan de ellos para mantener el resultado de la primera vez.

“En la micropigmentación es como si uno tuviera una gripa, pues el folículo se va tapando, pero el problema es que cuando se empiezan a hacer dos o tres retoques y termina quedando un tatuaje, lo que puede generar la muerte folicular porque queda obstruido por el pigmento”, asegura.

A raíz de esa debilidad folicular también se empiezan a caer los pelos, se aclaran y se nota más la micropigmentación.

En ese caso, Rodríguez afirma que se puede hacer un tratamiento con láser para remover ese tatuaje.

Lo que Jaramillo reitera es que los resultados a largo plazo no son iguales para todas las personas, pero que las posibles consecuencias negativas se deben tener en cuenta a la hora de decidir si es estos procesos son la mejor opción o no para lucir unas cejas gruesas y pobladas.

Consejos para que las cejas crezcan de forma natural

Con la experiencia de clientas que han llegado al centro de cejas de Catalina Jaramillo han desarrollado alternativas para ayudarlas a recuperar la forma natural de su ceja y la piel de la zona.

“Siempre les decimos que es mejor tener una ceja natural, humectarla, ayudarla al crecimiento y devolverle vitalidad al folículo”, dice Jaramillo.

Por eso, ofrecen terapias más naturales, que no son tan instantáneas, pero con resultados a largo plazo como las terapias de revitalización folicular. Un servicio que ayuda al crecimiento de las cejas de una manera natural por medio de una electroestimulación concentrada en el folículo.

“Se aplica un coctel de aminoácidos, nutrientes, como una planta cuando empieza a recuperarse. Se aplica una luz led de baja intensidad para que se absorban. Se hacen cada mes, no son invasivas y lo mínimo que recomendamos son 4 terapias”, comenta la experta en cejas.

Además, recomienda el uso de geles y aceites desarrollados especialmente para las cejas y exfoliar la zona cada 15 días o una vez por semana.

El doctor Rodríguez también aconseja cepillarlas diariamente suavemente, utilizar protector solar y maquillaje de calidad.

“Siempre deben consultar a su dermatólogo si quieren usar un tratamiento específico para el crecimiento de cejas y pestañas”, apunta.