Los “ups” de las mujeres en la intimidad
Conoce las metidas de pata más frecuentes en la intimidad

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Sí, la culpa también la tenemos nosotras. Ya sea por la hipersexualidad que reflejan los culebrones, las escenas sacarinas de las novelitas de Corín Tellado o la percepción de que los hombres tienen que ser, todo el tiempo, fieras en la cama (porque, después de todo, “ellos sólo piensan en eso”), cometemos muchísimos errores que, a la larga, nos convierten en malas amantes.
La realidad es que, como dice el dicho, para bailar tango hacen falta dos, y muchas mujeres son espectadoras o recipientes pasivos a la hora de la sexualidad. “La falta de iniciativa es uno de los errores más comunes”, comenta la sexóloga Luisi Denton Marini. “Para provocar y mantener la excitación, el hombre necesita sentir que la mujer vibra, que realmente está sintiendo deseo y placer”.
Sin embargo, para muchas mujeres, sentir placer durante el acto sexual suele verse saboteado por ideas preconcebidas, lo que las cohíbe y, a la larga, destruye la experiencia. De acuerdo con Denton, “uno de los mitos más comunes es pensar que el hombre es más sexual que la mujer, y eso es totalmente falso. Sí hay diferencias, pero es entre personas, no entre sexos... hay personas que tienen más libido que otras, pero se puede llegar a una negociación”, asegura.
La inhibición femenina puede tener raíces en su cultura, experiencias pasadas o, simplemente, mala información, pero es una barrera que debe y tiene que ser superada, de acuerdo con Denton. “Hay que atreverse a experimentar... muchas mujeres dicen que no, ‘eso no es para mí, yo soy una mujer proper, soy la madre de mis hijos’, pero hoy día las mujeres estamos suficientemente liberadas para ser madres y fieras en la cama, pero quedan rasgos que las hacen pensar que, si se sueltan, se están comportando más como prostitutas que como mujeres decentes, ”, recalca. “Esto no tiene nada que ver con promiscuidad”.
Soltarse, sin embargo, no significa ceder a todo, o hacer lo que sea porque él te lo exige, o por temor a perderlo. La comunicación, como en toda relación de pareja, es clave. “En el sexo, absolutamente todo se vale, pero tiene que ser por mutuo acuerdo, y sin coacción”, insiste la sexóloga. “Tienes que preguntar y experimentar para ver si te agrada o no; hay que hablar las cosas, y ver qué ocurre”.
Suéltate, experimenta, y hazle saber lo que quieres y cómo lo quieres porque, al fin y al cabo, si tú la pasas bien, él también disfrutará.
10 errores sexuales femeninos
1. Fingir el orgasmo
“Qué cosa tan horrible, y al fin y al cabo, ellos se dan cuenta”, comenta Denton. “Es demasiado frecuente, y muchas prefieren quedar insatisfechas por temor a ofenderlos o herir su hombría”.
2. Los complejos
Si estás pendiente de que se te ven los chichos, no vas a disfrutar de la experiencia. “Una de las cosas más importantes en la sexualidad son los sentidos, y los hombres son sumamente visuales”, explica la sexóloga. “Si tu pareja te está pidiendo ver, y la que pide apagar la luz eres tú, pues tienes un problema”.
3. Resentirse si pierde la erección
“Si se le da mucha importancia, va a volver a pasar”, vaticina la sexóloga. “Hay que tratarlo de manera deportiva; el 90 por ciento de la impotencia en gente sana y joven es psicológica y emocional, y la mujer puede ayudar mucho si le quita importancia al evento, y buscan juntos otras avenidas de placer”.
4. Negarse de plano a practicar sexo oral
La comunicación en este sentido es más importante que nunca, pero negarse porque “te da asco” o “eso no se hace” puede enmascarar otros problemas más profundos. “Hay muchas compulsividades con los ascos, la limpieza, y si eres así, van a haber áreas de la sexualidad que se van a ver afectadas”, comenta Denton. “Si definitivamente no puedes hacerlo, déjale saber que no es un rechazo a él, sino un problema personal y, si es inteligente, lo va a entender”, comenta.
5. Miedo a parecer una “cualquiera”
Todos tenemos impulsos, fantasías y deseos sexuales, sin importar nuestro género, y no tienes que cohibirte. “Hay que atreverse a expresar tus necesidades y deseos sexuales, y ponerle el cascabel al gato”, dice Denton. Si algo te provoca, propónselo sin miedo.
6. Olvidarte de los detalles
“En las relaciones de intimidad de parejas que llevan juntas mucho tiempo, ambos pueden caer en el abandono”, comenta la sexóloga. “El aseo es bien importante; si antes te depilabas, pues seguir haciéndolo; las uñas recortaditas, el cabello limpio... hay que mantener el estándar”, comenta al recalcar que esto también es vital en los hombres.
7. Una necesidad excesiva de afecto
Las preguntas constantes “¿tú me quieres?” o “¿en qué estás pensando?” sólo reflejan inseguridad y le matan la inspiración a muchos hombres. Además, “hay personas más o menos físicas y no les gusta que los toquen demasiado”, dice Denton. “Hay a quienes les fascina, pero otros se sienten incómodos”.
8. Tratar el sexo como algo mecánico
“Darle placer a un hombre no es un trabajo”, señala Denton. “Para que la mujer disfrute, tiene que estar totalmente concentrada en sí misma, y dar caricias desde lo que ella siente, si así quiere hacerlo... para dar placer, hay que estar lista para recibirlo, y así él podrá sentirlo también”.
9. Juzgarlo por su tamaño
Esto es un tema casi tabú, tanto para hombres como para mujeres, y la realidad es que, para las féminas, “el 90 por ciento del orgasmo está en el clítoris”, recalca la profesional. El tamaño del pene “es un mito que nosotras hemos comprado, creyendo que lo que te va a dar placer es un pene grande, pero en términos físicos, el punto G está empezando la vagina”, explica la sexóloga. “Un pene excesivamente grande puede ser hasta doloroso, mientras que un pene pequeño, si se sabe utilizar, puede dar más placer”.
10. Pensar obsesivamente en el orgasmo
“Hay que vivir la experiencia en relajación, porque muchas no logran el orgasmo por no hacer las respiraciones adecuadas, los movimientos adecuados... hay que activar todos los sentidos, y si no se logra una relación placentera, hay que reconocerlo y buscar ayuda”.