La fibromialgia es una condición de la que, hasta hace unos años, no se sabía mucho y se adjudicaba a otras enfermedades. Ahora, gracias a los avances de la ciencia -y a que muchas más personas están buscando ayuda- ya no es un misterio y se han ido desarrollando terapias para manejarla.

Este trastorno se caracteriza por un dolor muscular crónico.  De acuerdo con una disertación de Emely Isbett Rivera, esteticista, terapeuta y profesora de masaje, “las personas que padecen fibromialgia dicen que sienten un dolor palpitante, quemante o punzante”. La sensación de incomodidad es constante y los pacientes -que en su mayoría son mujeres- suelen experimentar, a nivel físico, dolores de cabeza crónicos, palpitaciones, periodos menstruales dolorosos, hipersensibilidad cutánea y sequedad en los ojos, entre otros, lo que deriva en problemas mentales y  psicológicos, como ansiedad, depresión, insomnio y deterioro de coordinación.

“En la mayor parte de los casos, los síntomas se presentan poco a poco y su intensidad va aumentando lentamente”, señala Rivera. “(A veces) los síntomas son tan severos que interfieren con las actividades cotidianas, y la evolución de la enfermedad es impredecible”, recalca la terapeuta.

Cómo tratarla

Uno de los problemas principales de la fibromialgia es la hipersensibilidad, no sólo a nivel de los músculos, sino que puede darse una sensación de dolor en todo el cuerpo, a nivel de que el paciente no soporta que lo toquen. Paradójicamente, además de la medicación, quien sufre de esta condición podría beneficiarse de una terapia de masajes. “El terapeuta tiene la capacidad de limitar el tratamiento a lo que el paciente puede tolerar, sin experimentar reacciones adversas”, recalca Rivera.

El masaje, además, permite que la persona se libere de tensiones y entre en un estado de relajación, lo cual alivia los síntomas de depresión y ansiedad. “El sufrimiento emocional (causado por la condición) a menudo se puede aliviar simplemente relajando la tensión muscular excesiva e innecesaria”.

El tratamiento de masajes para tratar la fibromialgia dependerá de la receptividad del paciente, de la frecuencia con la que se apliquen los tratamientos y de la tolerancia al dolor. Los puntos de activación generan dolores reflejos en otras partes del cuerpo, pero si se saben manipular, se van aliviando y deben ir mejorando con el tiempo. 

De acuerdo con Rivera, es normal que se sienta más dolor al presionar el área, lo que hace que los pacientes se vuelvan reacios al tratamiento, pero “para obtener los máximos beneficios, se debe ejercer la presión suficiente para que la terapia sea útil”, indica la masajista, indicando que, a pesar de sentirse más dolor, el cuerpo segregará endorfinas que darán una sensación de bienestar.

Por último, la terapeuta señala que hay que ser consistente y no esperar resultados con una sola sesión. “Normalmente deberá realizar varias sesiones, hasta conseguir que el punto de activación deje de producir un dolor reflejo en otra zona del cuerpo”, indica.
 
Puntos de activación

El dolor causado por la fibromialgia suele expresarse en nueve localizaciones bilaterales musculares (resultando en 18 puntos), según identificó el Colegio Americano de Reumatología en 1990. El paciente de fibromialgia suele experimentar dolor en 11 o más de estos puntos:

- La vértebra inferior del cuello

- La inserción de la segunda costilla

- La parte superior del fémur

- Centro de la articulación de la rodilla

 - Músculos en la base del cráneo

- Músculos del centro de la espalda

- Músculos del cuello y la parte superior de la espalda

- Los lados del codo

- Los músculos superiores y exteriores de los glúteos

Para consultas con Emely Isbett Rivera, llama al 787-637-7655