Mujer pensó que tenía sobrepeso y en realidad tenía una enfermedad mortal
Hacía ejercicios, pero no bajaba de peso y también tenía cambios de humor.

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En el año 2023, Hannah Richards comenzó a subir de peso y, aunque se sintió mal por haber engordado 30 libras, culpó de ello a las salidas nocturnas que tenía con su nuevo novio, Nathan Baker.
La joven de 28 años nunca se llegó a imaginar que tenía una enfermedad que podía causarle la muerte. A pesar de sentirse “horrenda”, decidió ir al gimnasio y tratar de comer más sano.
Sin embargo, ni con las rutinas de ejercicios ni con la dieta saludable, Hannah lograba dejar de subir de peso, especialmente en la cara y la espalda. Además, comenzó a quedarse sin aliento cada vez que caminaba.
Richards, asistente de salud, fue advertida por un compañero de trabajo de que su “cara hinchada” no era normal, por lo que debía acudir cuanto antes al médico.
Al principio no pensó que fuera nada grave, pero decidió acudir a un especialista, quien la envió a donde un endocrinólogo. Este le diagnosticó el síndrome de Cushing, una infección poco común causada por un exceso de la hormona de cortisol en el cuerpo, que puede provocar aumento de grasa corporal y cambios de humor.
“Es una locura. Nunca en mi vida había oído hablar de eso antes. Durante las primeras etapas de nuestra relación comíamos más para llevar y hacíamos cosas bonitas juntos”, comentó en la entrevista que concedió al diario ‘The Sun’.
Comenzó a subir de peso de un momento a otro
Aunque Hannah admitió que se sintió “aliviada” con el diagnóstico, confesó que estaba a punto de “volverse loca” por no saber qué le ocurría.
De acuerdo con el Servicio Nacional de Salud, el síndrome de Cushing puede ser mortal, ya que, si no se trata a tiempo, provoca complicaciones graves como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, diabetes e infecciones graves, que ponen en peligro la vida.
Cuando los médicos le dieron el diagnóstico, Hannah no lo podía creer, pues pensó que todo se debía a las salidas constantes que tenía con su novio, en las que comía de todo y no se cuidaba.
“Sabes cuando empiezas una nueva relación y sales mucho a comer y pides comida para llevar y te sientes cómodo. La gente me decía ‘tal vez sea simplemente porque estás realmente feliz y contento en esa relación y ese aumento de peso te da comodidad”, afirmó.
Al ver que su apariencia cambió, su personalidad también lo hizo, ya que comenzó a presentar cambio de humor, lo que hizo que su salud mental se viera afectada.
“Tus niveles de cortisol son muy altos y eso afecta todas tus hormonas. Es como si estuvieras pasando por una menopausia precoz. Todo cambió: mi cuerpo, mi salud mental y mi personalidad. Es realmente duro”, manifestó.
No solo aumentó de peso, sino que también comenzó a tener dificultad para respirar, algo que le preocupaba, pues temía que en cualquier momento pudiera sufrir un infarto.
“Se gana peso en la cara y lo describen como ‘cara de luna’. También se gana peso en la parte superior de la espalda; lo llaman ‘protuberancia de búfalo’”, argumentó.
Compara sus fotos con las de años anteriores y se da cuenta de los kilos que ha ganado, algo que la hace sentir mal, aunque no pierde la esperanza de recuperarse.
“El único lugar donde realmente no ganas peso es en la cintura, en la espalda, y en las piernas y los brazos porque se vuelven más pequeños en músculo. Sientes que tus piernas y brazos son diminutos, pero luego eres más grande en la parte delantera”, agregó.
Aunque el síndrome de Cushing puede ser mortal, con el tratamiento adecuado, como la cirugía o la medicación, la mayoría de los pacientes puede curarse o controlar eficazmente la enfermedad, lo que reduce significativamente el riesgo de mortalidad.