Mujer se hace cirugía estética en los dientes y termina con el rostro deformado
Todo lo que ha vivido sobre su procedimiento en Turquía lo describió como “una película de terror”.

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Leanne Abeyance es una británica de 40 años que viajó a Turquía para reemplazar las carillas que tenía desde hace 13 años. Sin embargo, nunca imaginó que esta nueva cirugía le desfiguraría el rostro y la haría vivir en constante agonía.
De acuerdo con su relato al periódico The Sun, la madre de dos hijos recibió asesoramiento de un ciudadano turco para someterse a un levantamiento de senos, injertos óseos y mejorar la apariencia estética de sus dientes.
Para hacerle este procedimiento, a Abeyance le tuvieron que extraer todos los dientes e insertarle los implantes. Luego regresó a Reino Unido con el plan de volver meses después para colocarse las coronas permanentes.
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Pero tan solo unas semanas después de que le colocaran los tornillos, la británica comenzó a sufrir fuertes dolores de cabeza, infecciones sinusales y notó que su rostro estaba comenzando a cambiar la forma.
“Tengo el peor dolor de mi vida y estoy entrando y saliendo de urgencias. Ni siquiera puedo tocarme la cara. Siento como si me hubieran estrellado cristales rotos en la cara y los hubieran esparcido por todas partes. He estado llorando a mares”, comentó Abeyance.
No solo perdió la ilusión de tener una “sonrisa bonita”, sino que ahora jamás podrá tener una, debido a una infección que contrajo.
'I was left gluing teeth in like a puzzle and a ruined nose after Turkey teeth disaster'https://t.co/vddBSQzKYM pic.twitter.com/X4QMxA7F5K
— The Mirror (@DailyMirror) October 3, 2025
I got woke up not long ago to be seen by the dr Dr says what do you want us to do? So as they seem to not look at my...
Posted by Leanne Abeyance on Sunday, June 1, 2025
“Mi cara se ha derrumbado. Nunca tendré una bonita sonrisa. Ahora mismo no tengo ningún diente, solo tornillos que sobresalen. El dolor es peor que el de un parto”, agregó.
Abeyance tomó la decisión de viajar al extranjero porque, en el Reino Unido, la operación le habría costado 40,000 euros, mientras que en la clínica turca le costaba 8,000 euros.
Al ver el precio asequible, pagó 3,000 euros por adelantado y el resto lo cancelaría después de la prueba. Sin embargo, la experiencia que vivió en la primera cirugía jamás la olvidará, pues sentía todo lo que le estaban haciendo, a pesar de la anestesia que le aplicaron.
“Cuando me pusieron las primeras inyecciones y empezaron a extraerme los dientes, podía sentir todo. Me pusieron unas 25 inyecciones en seis horas; la elevación del seno nasal se sintió como si me estuvieran martillando algo en la nariz”, manifestó.
Intenta recuperar su sonrisa
Todo lo que le tocó vivir en esa cirugía lo describió como “una película de terror”. Después de la intervención, la llevaron a un hotel en el que debía guardar reposo, pero el dolor era tan grande que lo primero que hizo fue llamar a sus familiares a contarles todo lo que estaba sintiendo.
“Estaba hablando por teléfono con mis amigos y familiares, llorando desconsoladamente porque tenía mucho dolor y estaba allí sola. No puedes comer porque tienes la boca muy hinchada y tienes tornillos que sobresalen, así que me moría de hambre”, argumentó.
Al regresar a su país, el dolor se hizo aún más fuerte y en el aeropuerto vio cómo su cara comenzó a cambiar. Sin embargo, pensó que todo era normal y que con el pasar de los días se le quitaría y tendría la sonrisa perfecta que siempre soñó.
Had to ring 111 this morning because I couldn't even get my top denture in!! The pain is excruciating 😭😭😭😭 111 the man...
Posted by Leanne Abeyance on Saturday, September 27, 2025
“En el aeropuerto, me empezó a doler tanto la cara que literalmente compraba vasos de hielo y me los ponía en la cara. Mi cara estaba negra y azul como si hubiera estado en una gran pelea. En el Reino Unido, pensé que valió la pena porque era el comienzo de una sonrisa perfecta y de sentirme bonita”, agregó.
Con el paso de los meses, comenzó a sentir dolores de cabeza, dolor de muelas y problemas de sinusitis. A pesar de todos los tratamientos con antibióticos y hospitalizaciones, el dolor no desaparecía.
Luego de varios exámenes descubrieron que dos implantes le habían perforado su cavidad nasal, por lo que ahora deben quitárselos y hacerlo nuevamente, pero no será sencillo, ya que los médicos dudan de que vuelva a tener una “linda sonrisa”, por la gravedad del problema.
“Una exploración realizada en Droitwich Dental Studio en marzo reveló que dos implantes habían perforado su cavidad nasal. Un implante está en mis senos paranasales y el otro en mi nariz”, subrayó.
Hoy en día, se arrepiente de haberse realizado esa cirugía, pero lo único que quería era lucir una “sonrisa perfecta”; ahora su única preocupación es recaudar el dinero suficiente para que la infección no siga avanzando.
“El dolor que siento es insoportable, no es tan fácil como entrar y salir con la sonrisa perfecta, como dicen las celebridades. No existe la sonrisa blanca perfecta”, dijo.