Nueva solución a la pérdida de pelo
Tecnología robótica permite mejorar considerablementela calvicie causada por alopecia androgénica.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 años.
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En una sociedad dura, donde se penaliza el envejecimiento, el no estar “fit” o la dizque falta de atracción física, más aún si la vida profesional se da a través del espejo de los medios sociales, la imagen cobra cada vez una mayor importancia.
Esto no es exclusivo de las mujeres. Los hombres igualmente están buscando verse y sentirse bien en todos los aspectos. En el campo de la dermatología estética son precisamente los hombres el mercado de más crecimiento, destacó el dermatólogo Luis J. Ortiz Espinosa.

Una de las situaciones que lleva al hombre a buscar soluciones estéticas es la alopecia androgénica o calvicie común, aunque esta no es una realidad exclusiva de los hombres. La condición afecta en igual grado (50%) a las mujeres, pero de forma distinta. En ellas el afinamiento del cabello es más difuso y generalizado, lo que lo hace menos notable.

“En el hombre, la caída de pelo androgénica corre un patrón que lo hace en la mayoría de los casos bien aparente y es la entrada (perdida de cabello en la parte frontal de la cabeza)”,detalló el especialista.
Esa pérdida o disminución en la densidad del cabello está controlado por la genética -tanto por parte de la madre como del padre-, y ocurre cuando los folículos se miniaturizan y poco a poco se cierran. Esto se puede observar en la parte frontal, occipital, parietal, o de forma generalizada, y puede comenzar a ocurrir desde los 18 años.

“Ahora está de moda raparse y hay hombres que por la forma de su cara, por el color de piel y su altura, les queda mejor que tener pelo; incluso, se han hecho estudios de que les hace ver más inteligentes, más interesantes, más dominantes, pero eso es un grupo. Hay otro grupo que no les queda bien no tener pelo, y eso les afecta mucho emocionalmente”.
A través del tiempo se han creado y utilizado distintos métodos para disminuir o disimular ese problema, y eso va desde el uso de pelucas, tatuajes, tintes de cabello y medicamentos hasta trasplantes, “donde se sacaban áreas de pelo y se llevaban a otras, porque algo que se sabe es que los folículos cuando los trasplantan de un lado otro, ellos pueden crecer; los folículos tuyos, no de otra persona”.

“El cabello nos crece en unidades foliculares y las unidades foliculares pueden tener uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis cabellos por unidad folicular”, explicó Ortiz Espinosa.
Lo nuevo
La técnica más novedosa -probada hace alrededor de cinco años- consiste en el uso de un robot que a través de la información previa en su “cerebro”, incluida la de distintos trasplantes, más las características, necesidades e imagen de cada paciente, realiza las extracciones de las unidades foliculares.
A través de un sistema de cámaras, esta tecnología (Silicon Valley) puede “ver exactamente cómo sale el pelo y cómo está colocado ese folículo para sacarlo sin dañarlo”, que es el riesgo mayor en otros procedimientos de manejo manual.
“Uno nació con los folículos que va a tener, a uno no le crecen folículos nuevos, de ahí es que viene la idea de crear una tecnología que preserve la cantidad al máximo, pero para esto la tecnología tiene que ver exactamente cómo sale el folículo sin dañar el de al lado”.
Es decir, el robot se mueve de una forma lógica para extraer y colocar o sembrar folículos de una área a otra de forma que el crecimiento de pelo tenga una imagen lo más natural posible. En este tipo de trasplante, se utiliza un promedio de 2,000 folículos.
Este procedimiento es puramente estético y requiere de una anestesia local. No es cubierto por planes médicos y tiene mayor demanda entre los hombres, aunque hay mujeres que pueden ser candidatas para ello. El costo fluctúa entre los $8,000 y $12,000, dependiendo de cada caso.
“En los primeros dos a tres meses la persona no ve nada, pero después del cuarto mes empieza a ver que empieza a salir un pelo fuerte, pero tiene que esperar de seis a nueve meses para que vea ya una o dos pulgadas de pelo creciendo, y ya para el año tiene su pelo saludable”, aseguró, quien hace otras recomendaciones que complementan el procedimiento.
El procedimiento
El proceso comienza con una evaluación para determinar si es una opción real para la persona, incluso a nivel médico.
De serlo se toman fotografías, se digitalizan, se crea un diseño y a partir de ese modelo trabaja el robot.
“Este es un tratamiento de un día casi completo, de ocho a 12 horas, donde se hace el máximo ese día”, apuntó el Dr. Luis J. Ortiz Espinosa, dermatólogo que en Puerto Rico y el Caribe es pionero en el ofrecimiento de esta tecnología.
Ese periodo se divide en varias sesiones, dando oportunidad para descansar de la máquina, almorzar, etcétera.
Una vez completado, el paciente se evalúa al día y a la semana siguiente con unas pocas restricciones para mayor efectividad.