P: Soy una joven madre de tres hijos y, recientemente, me hicieron una conización del cuello del útero. Aunque se me explicó que no puedo realizar tareas que requieran fuerza, ni puedo tener relaciones hasta que haya cicatrizado -para evitar sangrados-, me preguntaba si sería riesgoso que tuviera sexo anal o si podría tener orgasmos aunque no hubiera ningún tipo de penetración.

Espero que pueda brindarme alguna información. Le estaré muy agradecida.

Preocupada por Internet

- R: La conización del cuello del útero -conocida como conización cervical- es un procedimiento que realiza un ginecólogo, casi siempre de manera ambulatoria en el hospital bajo anestesia general o sedición. En este procedimiento el médico remueve una pieza en forma de cono del tejido proveniente del cuello uterino.

El cuello uterino se localiza en el fondo del útero y contiene la abertura de la vagina. Una conización cervical se utiliza para diagnosticar y, con frecuencia, tratar una enfermedad del cuello uterino como un cáncer diagnosticado o cambios precancerosos. El procedimiento se realiza después de que una mujer haya tenido resultados anormales en una citología (prueba de Papanicolaou), la cual, a su vez, detecta cambios cancerosos o células anormales en el cuello del útero.

Aunque leves, los riesgos de la conización son:

  • infección

  • sangrado abundante

  • cicatrización cervical

    Ocasionalmente, la cicatrización cervical causa periodos menstruales dolorosos o dificulta la evaluación de una citología anormal. Además, también puede hacer más difícil que una mujer quede embarazada. La conización quirúrgica puede estar asociada con insuficiencia cervicouterina, lo que pudiera provocar un parto prematuro. También, aunque en muy pocas ocasiones, algunas mujeres pueden experimentar una estrechez de la vagina debido al tejido cicatrizal.

    La principal razón para que tu médico te limitara en las relaciones sexuales vaginales es para proteger el tejido que fue intervenido durante el procedimiento. Por lo general, la abstinencia de relaciones sexuales con penetración debe durar por lo menos de tres a cuatro semanas. Este tiempo no es prolongado y pueden utilizarse algunas técnicas de intimidad sexual sin penetración como sexo oral, entre otros.

    Lo que quiero decirte es que puedes lograr tener placer sexual por el momento sin llegar a tener una penetración. Puedes explorar e innovar con tu pareja durante este tiempo.

    Por otro lado, hay que recordar que el uso de un tampón puede provocar sangrado vaginal. Su uso debe limitarse a situaciones determinadas como el bañarse en la playa o la piscina. Y en cuanto al esfuerzo físico se refiere -cargar objetos, correr o empujar, subir escaleras, etc.-, éste puede aumentar la presión de los tejidos en el área pélvica y provocar sangrado. Otros ejercicios como los abdominales aumentan la presión en el área pélvica y también pueden provocar sangrado. De igual modo, quedan restringidas las duchas vaginales de todo tipo, ya que pueden ser un foco de infección y estimular el sangrado.

    El sexo anal es una práctica sexual que no requiere la penetración de la vagina para recibir estimulación sexual. Si bien es practicada por muchas parejas heterosexuales y homosexuales, es debes comprender que puede ser traumática si no la has practicado anteriormente. Tienes que estar segura de que es lo que quieres realmente, mientras el tejido del útero cicatriza. Aunque la penetración no sea vaginal, la proximidad del ano y el recto con la vagina y el útero es muy estrecha, por lo que no te recomiendo esta práctica sexual en estos momentos.

    Recuerda que la higiene es muy importante y que tienes una herida interna que puede infectarse con la manipulación de tu vagina. Debes limpiar bien el área exterior de tu vagina como siempre lo haces al tomar un baño.

    Deberás consultar con tu ginecólogo entre cuatro y seis semanas luego del procedimiento para el seguimiento apropiado.

    Si necesitas más ayuda con técnicas sexuales, debes considerar una evaluacion con un sexólogo o hablar con tu médico.

    Por último, llama a tu doctor si tuvieras:

  • sangrado excesivo

  • escalofríos

  • fiebre

  • aumento en dolor

  • inflamación pélvica

  • dificultad para orinar

  • secreciones vaginales con mal olor