Figuras de la farándula como la exreina de belleza Dayanara Torres y el actor y empresario Julián Gil han hecho público su diagnóstico de cáncer de piel, y se han convertido en portavoces para crear conciencia sobre cuidarse.

Los riesgos de exponerse a los rayos del sol sin las medidas preventivas para protegerse de desarrollar cáncer, se han mencionado por años, pero aun así, una parte de la población opta por restar importancia a la seriedad del asunto, aun con el conocimiento de que si no se trata a tiempo un hallazgo de este tipo, puede llevar a la muerte.

A tono con el mes de concienciación sobre el melanoma, que se celebra en mayo, la dermatóloga Hilda Justiniano resalta que “el diagnóstico temprano de un melanoma es imperativo para un buen pronóstico, por lo tanto, si existe cualquier sospecha de que un lunar o lesión pudiese ser maligna, es importante visitar a tu médico cuanto antes”.

A su vez, la doctora alerta sobre las señales que pueden provocar la sospecha de que se sufre de esta enfermedad. “Cambios que alertan que una lesión pigmentada pudiese ser maligna incluyen asimetría, bordes irregulares, cambios en color, diámetro más de 6mm y evolución o cambios en el mismo. Esto se conoce como la regla de ABCDE”.

Para explicar en detalle más al respecto, a continuación, aclara varias dudas sobre el melanoma, tratamientos, consejos y los tipos de filtros solares recomendados para prevenir.

Presta atención

¿Todo tipo de cáncer de piel es melanoma?

“No. De los tres tipos de cáncer de piel más comunes, el melanoma es el más raro, pero también el más peligroso. Estos se clasifican de acuerdo al tipo de célula que lo componen. Los cánceres de piel más comunes son los carcinomas de células basales y los carcinomas de células escamosas, que se originan de las capas superficiales y profundas de la piel. El melanoma es un tipo de cáncer de piel que ocurre cuando los melanocitos, las células que le dan color a la piel, comienzan a crecer fuera de control a una velocidad más rápida de lo normal”.

Qué lo provoca

“Aunque la causa exacta del melanoma es desconocida, hay varios factores de riesgo que claramente se asocian con una probabilidad más alta de padecer melanoma. Entre estos:

  • Exposición a luz ultravioleta (UV) - Este es el riesgo principal para la mayoría de los melanomas. El sol es la fuente más común de luz ultravioleta, también las camas o cabinas de bronceado. Estos rayos ultravioletas causan cambios o mutaciones en el ADN de las células de la piel causando que pierdan la habilidad de controlar el crecimiento de las mismas. El daño solar es acumulativo, mientras más te expongas al sol, más riesgo de desarrollar cáncer de piel. El daño solar ocurre, aunque no tenga una quemadura solar obvia. Una quemadura de sol con ampollas en la niñez o adolescencia duplica la probabilidad de desarrollar melanoma más tarde en la vida.
  • Tipo de piel - El melanoma es mucho más común en personas de tez blanca (en especial aquellas con cabello rubio o rojizo y ojos claros), que en personas de tez negra.
  • Tener muchos lunares o lunares atípicos - Es importante entender que la gran mayoría de lunares nunca ocasionarán ningún problema ni se transformarán a ser cancerosos o malignos, pero una persona que tiene muchos lunares tiene una probabilidad más alta de desarrollar melanoma. El tener más de 50 lunares ordinarios aumenta el riesgo de melanoma. Adicional a esto, el tener lunares displásicos o atípicos aumenta la probabilidad. Se le llama displásico o atípico a lunares que tienden a ser más grandes de lo normal, con bordes irregulares y distribución no uniforme de color dentro del mismo.
  • Historial familiar o personal de melanoma - Aumenta la probabilidad de desarrollarlo. A su vez, quien ha desarrollado melanoma está en mayor riesgo de sufrirlo otra vez.
  • Un sistema inmune debilitado - Si está débil, ya sea por alguna enfermedad como VIH o por medicamentos que se dan después de trasplantes de órganos, nos deja al descubierto y más propensos a desarrollar cánceres”.

Tratamientos

“Depende de varios factores, como por ejemplo, el grosor del tumor, si se ha diseminado o no, si tiene crecimiento rápido o no, si el tumor tiene ciertas mutaciones genéticas o no, entre otras. El tratamiento del melanoma es multidisciplinario, es decir, se hace en conjunto con muchas especialidades que incluyen dermatólogo, hematólogos/oncólogos, radiólogos, y patólogos, entre otros.

El tratamiento más común del melanoma es la escisión para remover el tumor. La mayoría de los melanomas se detectan antes de llegar a 1mm de grosor y en estos casos, la escisión es generalmente el único tratamiento necesario.

En algunos casos, al hacer la escisión también se estudian los nódulos linfáticos locales para determinar si el tumor se ha diseminado a estos. A este proceso se le conoce como estudio de ganglios centinelas y ayuda para determinar el estadio del tumor.

Los melanomas en etapas avanzadas son más complejos de tratar. En los últimos años ha habido numerosos avances en las terapias sistémicas disponibles y estas han cambiado el tratamiento de esta enfermedad. Entre estas terapias se encuentran las inmunoterapias y las terapias dirigidas. Las inmunoterapias como pembrolizumab (Keytruda), nivolumab (Opdivo) e ipilimumab (Yervoy) ayudan al sistema inmune de la persona a combatir las células del melanoma. Las terapias dirigidas se utilizan para atacar directamente el tumor. Se le llama dirigida porque su objetivo son proteínas localizadas en la superficie de las células del tumor que no están presentes en las células normales”.

Hay esperanza

“Por lo general, el melanoma tiene un buen pronóstico si se detecta y se trata temprano, antes de que se pueda propagar a otras partes del cuerpo. La tasa de supervivencia de melanoma a los 5 años es 92%. Esto quiere decir que, de cada 100 personas con melanoma, 92 están vivas a los 5 años. En los estadios más tempranos, si el tumor no se ha propagado, la tasa de supervivencia es de 99%. A medida que el tumor se propaga, este porcentaje disminuye. Por ejemplo, si el tumor se extiende a los nódulos linfáticos, la supervivencia a 5 años es de 63%. Si el tumor se extiende a otras partes del cuerpo la supervivencia a 5 años es de 20%”.

Para prevenir

“Aunque la causa exacta del melanoma no se conoce, sabemos que hay varios factores que aumentan el riesgo de desarrollarlo.

  • Cuando hay historial familiar, disminuir la exposición a los rayos ultravioletas (sol) es crucial.
  • No hay manera de obtener un bronceado saludable con rayos ultravioletas. Si deseas estar bronceado, puede utilizar bronceadores en crema conocidos como “sunless tanners o bronzers” que utilizan un ingrediente llamado dihydroxyacetone que se combina con estructuras en la piel para dar el color bronceado sin dañar la piel ya que solo se pega a las capas más superficiales de la piel y no ocasiona cambios al ADN de la misma.
  • Evita las camas o cabinas de bronceado- estas también emiten radiación ultravioleta al igual que el sol.
  • Usar protector solar a diario, esto incluye en días nublados ya que la radiación UV causa daño, aunque no se vea soleado. El protector debe ser de por lo menos SPF30 o más, que sea de amplio espectro (“broad spectrum”) y resistente al agua (“water resistant”). Recuerda reaplicar cada cierto tiempo, según se indique en el producto.
  • Usa ropa protectora incluso en actividades en el agua. Esto crea una barrera entre nuestra piel y el sol. Recuerda utilizar gorras, sombreros y gafas.
  • Protege a los niños. Son más susceptibles al daño solar y una quemadura del sol en la niñez aumenta significativamente el riesgo de melanoma en el futuro.
  • Examina tu piel con frecuencia - esto debe incluir autoexámenes y verificación por un profesional de la salud con frecuencia, en especial si es una persona con riesgo aumentado de melanoma.

¿Hace diferencia la numeración del protector solar?

El número de SPF indica el nivel de protección contra los rayos UVB. A mayor número, mayor protección. Pero, no te confundas. La diferencia en protección no es marcada. “Por ejemplo, un SPF 15 filtra aproximadamente el 93% de los rayos UVB, y uno de SPF 30 filtra el 97%. Al subir a SPF 50, filtra el 98%, por lo que no hay una gran diferencia. Ningún protector protege un 100% de los rayos UVB. Usar un SPF más alto muchas veces es más costoso, pero no ofrece un beneficio sustancial.

Más importante que usar un SPF elevado, es la aplicación correcta del mismo. Por lo general se recomienda usar 1 onza de producto para todo el cuerpo. Eso es lo mismo que la cantidad que cabe en un shot glass. Para la cara se recomienda usar una cantidad equivalente al tamaño de una moneda de cinco centavos.

Aunque la mayoría de los ingredientes activos son los mismos en ambas formulaciones, aquellas hechas específicamente para la cara tienden a ser menos pastosas y grasosas que las que son para el cuerpo. De esta manera estas formulaciones son mejores para personas que son propensas al acné.

Las formulaciones para el cuerpo pueden contener ingredientes que irritan la cara o los ojos. Si eres propenso al acné o tienes piel sensible, es imperativo usar formulaciones específicas para la cara en esta área.

Cabe aclarar que es mejor usar un protector del cuerpo en la cara, que no usar ninguno”.