Usted podría estar recibiendo señales de su cuerpo antes de un infarto sin saberlo.

Según la prestigiosa Mayo Clinic, muchas personas experimentan síntomas de advertencia horas, días o incluso semanas antes del evento cardíaco.

Entre los más frecuentes se encuentran el dolor o presión persistente en el pecho (angina), la fatiga inusual, la dificultad para respirar y molestias en el cuello, mandíbula, espalda o brazos. Estos síntomas no deben tomarse a la ligera: son indicadores tempranos de que su corazón podría estar en riesgo inminente.

En palabras del equipo médico de Mayo Clinic: “Algunos ataques cardíacos ocurren de forma repentina, pero otros van avisando. Reconocer las señales puede salvarle la vida”.

Relacionadas

Síntoma más común, pero no el único

El dolor torácico, que se describe como presión, ardor, opresión o incomodidad, es el signo más frecuente de un infarto. Pero no siempre es evidente ni intenso.

Puede presentarse de forma leve y constante, y confundirse con una indigestión o una molestia muscular. No ignore estas señales, especialmente si se acompañan de fatiga, sudor frío o dificultad para respirar.

El doctor Juan Martínez, cardiólogo clínico, enfatiza que “la falta de dolor no descarta un infarto; hay personas, sobre todo mujeres, que solo sienten cansancio y náuseas antes de un evento cardíaco severo”.

Las mujeres y los adultos mayores pueden experimentar síntomas menos tradicionales, como dolor en la parte alta del abdomen, mareos, insomnio, o dolor repentino en el brazo o la espalda. En estos casos, los infartos pueden pasar desapercibidos hasta que es demasiado tarde. Estar atentos a estas variantes puede marcar la diferencia.

Recomiendan consumirlos, pero de manera moderada.