La confesión que el tenista estadounidense Andre Agassi hace en su biografía sobre la peluca que usó en la final de Roland Garros (el Torneo Abierto de Francia) en el 1990 y cómo pasaba más tiempo abatido por la merma en su cabellera que por el juego ha levantado reacciones por su icónica melena.

Esta historia no es ajena a la realidad de diversos hombres cuando la alopecia se asoma. “Alopecia quiere decir pérdida de pelo. Es el nombre científico que se le da a la calvicie”, informa el dermatólogo Alexander Lugo Janer. Algunos tipos de calvicie, según Lugo, son la alopecia genética, la androgenética -clásica en los hombres y las mujeres- y la areata, otra de las comunes que además se puede ver en la barba o cejas.

A la calvicie se le pueden hacer dos acercamientos: uno para aguantar la caída y otro para reemplazar el pelo perdido. En el mercado se hallan medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) como el finesteride -medicina por boca- y el minoxidil, loción que aumenta el fluido sanguíneo y le da salud al pelo.

Otra clase de alopecia que afecta a hombres y mujeres es el telogen effluvium (pérdida de cabello difusa). Lugo dice que “el pelo crece en ciclos y por un estresante al cuerpo, unos meses después, el pelo pierde en vez de un ciclo, dos o tres”. Añade que “el cuerpo sufre y lo primero que se cae es el pelo”.

La cirugía de reemplazo de cabello surge como la opción para reponer el pelo, de acuerdo con Lugo. El procedimiento retrocede la pérdida y se puede realizar en dos o tres sesiones.

Secuelas psicológicas

La calvicie, más allá de marcar su presencia con la pérdida de cabello, puede traer consecuencias psicológicas en algunos hombres. Esto pese a que la moda parece dictar que el hombre “calvo” inspira sensualidad y atrae a las féminas.

El psicólogo Javier Piazza cuenta que el grado en el que afecte la calvicie “dependerá de la seguridad que el hombre tiene en sí mismo y si posee una buena autoestima”. Pero la aprobación ante el cabello que disminuye ayuda a que el hombre se sienta mejor dentro de su situación. “Los hombres reaccionan así por el miedo a la crítica y a la burla, pero el refuerzo de personas les puede quitar sus inseguridades”, expone Piazza.

Atrás el estigma

No hay duda de que lo que antes era capaz de producir un complejo, hoy día surge como un look que goza de la aprobación de las féminas. Y es que la pérdida de cabello puede ser sinónimo de masculinidad, sensualidad y confianza.

Varias celebridades han sentado pautas y rápidamente aniquilan los tabús en torno al hombre calvo. La estilista Wanda Montes dice que el estar calvo o exhibir la cabeza rapada “más que una moda, es una sensación de confort”.

Según Montes, en el salón de belleza se reciben hombres a diario con dicho problema. Ante eso, la primera recomendación que les brindan, comenta Montes, es la visita al dermatólogo. “Aconsejamos mantener un cuero cabelludo limpio y el uso de productos de limpieza profunda para evitar la producción de grasa y la acumulación del sebo”, indica. También, Montes señala que hay sueros que “estimulan la circulación sanguínea para que el folículo se nutra”.