Nos preocupa lo que contamina nuestro carro, de qué fibras está hecha nuestra ropa y si lo que comemos ha sido cultivado ecológicamente. Ahora, el interés por el medio ambiente ha llegado a otra área importante en la vida diaria de millones de personas: anticonceptivos y juguetes eróticos. En EE.UU., la revolución verde está llegando al sector del sexo, y la venta de artículos ecológicos y beneficiosos para la salud crece a medida que aumenta la conciencia ecológica de los consumidores.

Lubricantes orgánicos, esposas y fustas de materiales reciclados, preservativos vegetarianos -sin proteínas animales en su fabricación- y juguetes eróticos de materiales como la madera son la última moda.

En la isla

En Puerto Rico la historia parece ser distinta. Según Dagmara Cestero, gerente general de Condom World, entre su clientela la preocupación principal al comprar productos eróticos se centra en conocer qué ingredientes pudieran ser irritantes. Pero, Cestero aclara que este interés no parece estar vinculado a que los consumidores sean más conscientes del ambiente. “Preguntan si el tipo de material que tiene el producto les podría causar irritación pero no sobre el ambiente” acotó. Tito Márquez, gerente de Mega Condom, concurre con Cestero. “Los clientes buscan más bien que los productos no tengan látex porque son alérgicos o que los lubricantes sean a base de agua pero no por razones ecológicas” señaló.

Peligro desconocido

Aunque en EE.UU se facturaron más de $82 millones el pasado año en ventas de lubricantes, muchos de sus usuarios desconocen que muchos contienen sustancias químicas similares a las que existen en anticongelantes y limpiadores de hornos.

La fabricación de juguetes eróticos tampoco tiene nada de sexy: en algunos de ellos se emplean talatos para ablandar el plástico. Ciertos talatos se han relacionado con problemas de desarrollo y están prohibidos en Europa y en el estado de California.

En sintonía ambiental

Alliyah Mirza, fundadora de Earth Erotics, una de las compañías líderes del sector erótico ecológico, asegura que la demanda de sus productos no deja de crecer. “Los consumidores responsables compran comida orgánica y toman otras decisiones en sus compras basadas en el impacto sobre su salud o el medio ambiente, por lo que es natural que la tendencia haya saltado al campo de los juguetes para adultos”, añadió.

Entre sus productos más vendidos destacan los lubricantes orgánicos y los juguetes eróticos de cristal, que pueden costar hasta $100. “Earth Erotics Glass es una de las líneas de juguetes para adultos más ecológicas y seguras del mercado”, dijo Mirza. “El cristal no sólo es bonito, sino que además es un material completamente natural y reciclable”, destacó. Entre los defensores del “sexo ecológico” se están popularizando también los métodos anticonceptivos naturales y no por razones morales o religiosas. Muchos de sus defensores argumentan que el método tradicional Ogino o del calendario -abstinencia en determinados días del ciclo menstrual- es la única forma de evitar la ingesta de productos químicos. Justificación que aprovechan algunas congregaciones religiosas de EE.UU., que destacan las bondades ecológicas de este método en sus cursos pre-matrimoniales. Pero aunque este método puede ahorrar la preocupación de cuánto tarda un condón en biodegradarse, su poca fiabilidad nos puede traer otros dolores de cabeza.

Expertos en ecología y fabricantes de anticonceptivos argumentan que, en realidad, lo mejor para proteger el planeta es tener menos hijos. “Alrededor de un 40 por ciento de todos los embarazos en el mundo no son deseados y aún no se ha logrado el acceso total a los métodos anticonceptivos”, dijo a la revista Time Jim Daniels, responsable de mercadeo del fabricante de preservativos Trojan.

“Lograr este acceso total se traduciría en el ahorro de miles de millones de toneladas de dióxido de carbono en la atmósfera”, añadió Daniels, cuya firma, por cierto, no sólo hace condones de látex, sino también otros mucho más ecológicos y biodegradables.