A muchas personas -hombres y mujeres por igual- les queda claro que su pareja es “ideal”, “la mejor”, su “complemento”, pero a la hora de expresar esos sentimientos amorosos a su media naranja simplemente no pueden.

Las razones para que les cueste tanto regalar unas palabras -o gestos- de cariño, amor o aprecio pueden ser muchas.  Están, por ejemplo, la timidez, los orgullos tontos o el presuponer que la pareja ya sabe cuánto se le quiere, dando por hecho de que ya lo conoce sin que se le diga expresamente.

Sin embargo, como bien dejan entrever los expertos en conducta, la mínima condición del amor no es exactamente que sea correspondido, sino comunicado claramente.

Hay que demostrarlo

El psicólogo clínico Luis Caraballo reconoce que aunque sí es común que las personas no le den luz verde a su romanticismo, esta conducta indiferente suele terminar lastimando la relación de pareja.  Y es que, según explica, abrir el corazón y expresar sin miedo el afecto permite estrechar los vínculos con la persona amada.

“Es muy importante demostrar el amor en una relación porque, aunque siempre está el dicho de ‘yo te lo demuestro de otras maneras’, la realidad es que nosotros somos seres muy afectuosos.  Entonces, es primordial que la otra persona sienta que ese afecto está vivo no sólo por el bien de la relación, sino como un método de reassurance  (confirmación) a nivel individual, de que ‘sigo haciendo las cosas bien’”, observa el Dr. Caraballo.

“Si no se hace así, la otra persona empieza a desarrollar una serie de hipótesis, como que ‘ya no me ama de la misma manera’, ‘no es la persona que yo conocí’ o ‘debe de tener otra persona’, y la pareja empieza entonces a caminar sobre cascarones de huevo”, advierte el especialista.

Otras ventajas de manifestar abiertamente las emociones amorosas es conocer y darse en conocerse en un nivel más profundo, dar y recibir apoyo, así como sentirse importante, entendidos y seguro.  Además, cuando la gente se siente sentimentalmente cerca de otra persona está más feliz e, incluso, más sana.

Cosa de personalidad

Aunque siempre es importante mostrarse desinhibidos al momento de quererse, también es vital comprender que cada persona expresa su amor de forma distinta.

Así lo establece el psicólogo y ex presidente de la Asociación de Psicología de Puerto Rico Carlos Sosa, quien señala -por ejemplo- que hay personas más frías en términos emocionales que sí aman profundamente a su pareja.

“Hay unos elementos caracterológicos envueltos, que son esas características que definen la personalidad de cada persona.  Por eso es que existen personas que son más expresivas, a las que se les hace más fácil comunicar sus sentimientos, mientras que otras son más reservadas y tímidas”, destaca el Dr. Sosa.

“Pero que esas personas sean poco expresivas no significa que no aman, sobretodo si siempre han sido así”, aclara el galeno.

La también psicóloga Myriam González coincide -en entrevista separada- con su colega, subrayando que las demostraciones afectivas varían de individuo a individuo.

“Hay veces que sientes que tu pareja no te ama, pero es simplemente porque tiene un lenguaje emocional distinto al tuyo.  Hay personas que son bien expresivas, que te abrazan y besan constantemente, y hay también las que no lo son, pero te aman un montón.  Son ésas que no te lo van a decir en palabras, pero siempre están ahí para ti”, señala la Dra. González, quien recalca que la receta para una buena relación es la atención, el afecto y la apreciación.

Lo importante para sobrellevar una relación exitosa con una persona “inatenta emocionalmente” -como los califica el Dr. Caraballo-, es tener paciencia y ayudarla a dejar de lado esa lejanía sentimental que la caracteriza.  La idea es básicamente enseñarlos a abrazar el amor para dar un paso más adelante en lo que puede ser una mejor relación.

“Estar con una persona así no quiere decir que estás maldito o maldita por el resto de tu vida.  La meta es que vaya poniendo a nivel conductual lo que está dentro de su corazón a través de gestos y afectos, como besos, miraditas, caricias y coqueteos”, precisa.

Cuando todo se acaba

Los psicólogos consultados son enfáticos al indicar que es preciso aprender a diferenciar las personas frías de las que ya han dejado de amar.

Lo segundo va ocurriendo poco a poco, en la medida que la relación se va desgastando por las críticas, la desconfianza, la incomprensión, la falta de comunicación y la ausencia de pasión, entre otros factores adversos.

“Es obvio cuando una persona deja de amar como antes porque ya no le sale como antes la expresión afectiva. 

Tiende a ponerse seca o menos expresiva porque ya no ama a su pareja y las cosas no son como antes”, revela el Dr. Sosa.

Si se desea trabajar por la relación, la recomendación básica es apostarle a la comunicación.  El especialista aconseja pedirle a la pareja un espacio para hablar con honestidad sobre las razones detrás de la crisis de pareja.  Ese diálogo debe ser asertivo, pero libre de coraje y agresiones verbales.

En los casos más severos, siempre se puede acudir a donde un profesional de la conducta (psicólogo, psiquiatra o sexólogo) para recibir ayuda experta.

“Creo que toda persona que está en una relación de pareja debe estar claro que, para sentirse bien con uno mismo, tiene que estar con una persona a la que ama.  Aunque tú estés enamoradísimo de tu pareja, no puedes obligarla a que te ame porque eso es egoísmo.  Para estar juntos, es importante saber que ambos se aman y que han aceptado la responsabilidad de continuar con esa relación”, puntualiza el especialista.

Banderitas rojas

Si notas varias de estas señales en tu relación, es probable que el amor llegó a su fin.
1. Críticas constantes: En vez de buscar el entendimiento, lo que reina son las acusaciones.
2. Actitud defensiva: Suelen estar molestos y peleando todo el tiempo, convirtiéndose en enemigos.
3. Distanciamiento: Comienzan a evadirse, a estar menos tiempo en la casa y a no hablar de los problemas.
4. Menos intimidad: Las relaciones sexuales se vuelvan cada vez más infrecuentes o simplemente nulas.
5. Falta de compromiso: Ya la relación no es una prioridad para uno o ambos, pues se ha perdido la motivación.

Fuente: Dra. Myriam González y Dr. Luis Caraballo, psicólogos clínicos

El Dr. Luis Caraballo es psicólogo clínico y profesor del Recinto de Ciencias Médicas de la UPR. Para ayuda profesional, comunícate a las clínicas del Departamento de Psiquiatría: 787-766-0940.  Para citas con el psicólogo Carlos Sosa, llama al 787-755-2402 o 787-640-2823.  Para consultas con la psicóloga Myriam González, comunícate al 787-762-7713.