Se podría decir que es el anticonceptivo más popular en el mundo entero. Y cientos de años de existencia parecen  confirmarlo.

La preferencia por el condón no es casual, en vista de la facilidad de su uso y la accesibilidad, pues contrario a una gran mayoría de métodos anticonceptivos,  no se necesita prescripción médica para adquirirlo. 

La Dra. Ada Verdejo, educadora sexual certificada, explica que se trata de “una barrera mecánica que sirve para evitar embarazos no deseados y para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS)”. Su origen data “desde la época de las momias, de las pirámides”, menciona. Y como dato curioso, añade que “en el siglo XIV se usaban de piel de oveja, se lavaban, y las mujeres los ponían a colgar en las ventanas”. 

 “Se le considera muy seguro”, enfatiza Verdejo. “Lo que hace que falle es el uso inadecuado del condón, como por ejemplo, manejarlos con uñas largas, dientes u objetos cortantes”. Y añade que “siempre hay razones ambientales y humanas que pueden afectar su eficacia”.

Otra de las razones que hace popular   este método anticonceptivo es que es muy económico, según observa la doctora, quien aclara que es incorrecto describirlo como un  preservativo porque “no preserva nada”, ni profiláctico porque “lo que está ahí no está sucio”. Además, aclara que “el que sean más caros no necesariamente quiere decir que son mejores”.

Un reto  en la oscuridad

La doctora  menciona que todo hombre debe aprender a manejar un condón con la mayor rapidez, y previo a una experiencia inicial sexual. “Esa primera vez en pareja no es el momento para aprender a utilizar un condón”, señala con énfasis. “Es una destreza que se gana”, añade. Además, expone que  “estudios revelan que lo que provoca que un hombre dude en usar un condón es el temor de verse torpe delante de la pareja”. 

Verdejo confiesa  que uno de los retos que fomenta como educadora sexual  “es aprender a colocarse el condón en la oscuridad, con los ojos cerrados, en menos de 30 segundos”. Esta sugerencia  aplica también a la mujer con relación al hombre.

Mientras más temprano, mejor

La también catedrática de la Facultad de Educación de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, opina que “los padres deben apoyar a sus hijos adolescentes a que aprendan a utilizar el condón antes de una primera experiencia porque, como adultos con una crianza responsable, deben tener presente que es una forma de protección para  su hijo o hija, y velar por su salud es una prioridad”.

Para talleres sobre educación sexual con la Dra. Ada Verdejo, llama 787-764-0000, ext. 4484.
Condones: cortesía de Eden Secrets, 787-745-2265, 787-775-9800, 787-751-3511, www. edensecrets.com

Para uso adecuado

Recuerda que la eficacia que ofrece el condón como barrera para evitar embarazos y la transmisión de enfermedades de transmisión sexual es de   90% a 95%. 

Verifica la fecha de expiración.

Evita abrir el empaque con los dientes, ya que al hacerlo puedes rasgar el condón. 

Son desechables, así que cada vez que vayas a tener intimidad, usa uno distinto. 

Evita el uso de doble condón, ya que la fricción puede provocar que  se rompan.

Están disponibles en distintos tamaños y grosor. Recuerda seleccionar el que va acorde contigo (largo y ancho).

Mantenlos alejados del sol y calor excesivo, como la guantera del auto, ya que las altas temperaturas provocan que el material se deteriore. 

Opta por los que vienen con lubricante y/o espermicida (siempre que no seas alérgico/a a éstos).

Aunque es menos flexible, si sufres de alergia al látex, puedes usar el de poliuretano.

Ten presente que los que son de sabores no protegen de las ETS, porque los materiales utilizados en el proceso de confección alteran esa propiedad.

Si se desea lubricación adicional a la que trae el condón, usa lubricantes a base de agua, ya que éstos contribuyen a que el material no se ruede ni se salga.

Entre la inmensidad de alternativas que existen en el mercado, se incluyen con textura fina, de puntos o anillos (para prolongar el placer), con  un efecto  de adormecimiento (para que la erección  dure más, aunque no siempre resulta del agrado de la mujer) y con lubricante térmico (para sensación de calor).

Para sexo anal, deben ser de un material más  resistente, ya que  la presión que ejerce la cavidad intestinal es más fuerte que la vaginal.

Los que vienen en diversos colores no alteran la eficacia del condón.

Fuente: Dra. Ada Verdejo, educadora sexual certificada

Qué dice la historia

Imágenes del año 1000 AC  muestran a los antiguos egipcios con condones de lino. Sin embargo, se debate si su uso era para protección en el acto sexual o para rituales. 

Se dice que los chinos utilizaban papel de seda aceitoso para la protección.

Las pinturas que se encuentran en las cuevas de Combarelles en Francia muestran evidencia del uso del condón entre 100 a 200 D.C. 

Los condones más viejos que se han encontrado se remontan al año 1640, excavados en Dudle Castle, Inglaterra. Estos condones se hicieron con intestinos de pescados y otros  animales. 

No fue hasta el siglo XVIII que se reconoció la utilidad del condón como un contraceptivo.

Desde el siglo XVIII, el uso del condón fue prohibido en ciertos círculos legales, religiosos y médicos por reducir las probabilidades de embarazo, lo que se consideraba como algo inmoral para algunos sectores.  Aun así, la popularidad siguió en aumento. 

En el Japón del siglo XIX, los japoneses tenían condones hechos de dos materiales distintos:  cuero delgado  y  de concha de carey o cachos.

Fuentes: www.thebody.com y en.wikipedia.org

Sobre el condón femenino 

El material de confección es poliuretano. Provee la misma efectividad que los condones tradicionales. Sin embargo, no son muy populares ya que son más caros que éstos ,  y no están disponibles en todas las farmacias. Además, hay mujeres que se quejan de que es un poco incómodo y que, durante el acto sexual, hace un ruido similar a un chasquido, lo que no siempre resulta de su agrado.