Un grupo de investigadores ha analizado un estudio con información recopilada en Estados Unidos, entre el 2008 al 2012, sobre uso de drogas y salud mental, y se encontró que casi el 3.7% de la fuerza trabajadora a tiempo completo podría estar sufriendo del trastorno mental de ansiedad, que se caracteriza por preocupación intensa y/o miedos constantes. Los hallazgos fueron publicados en un informe de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental.

Esta es la primera vez que una entidad de este calibre realiza un estudio que relaciona la ansiedad con el empleo. Los resultados también arrojaron que, en general, casi 13 millones de personas en Estados Unidos padecieron de algún trastorno de ansiedad durante el año pasado. Para ponerlo en perspectiva, los resultados sugieren que, en Estados Unidos, el trastorno de ansiedad tiene una incidencia que es casi ocho veces mayor que la de todas las formas de cáncer combinadas.

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Cabe señalar que, si bien el estudio se llevó a cabo en Estados Unidos, los resultados bien podrían extrapolarse a cualquier otro país industrializado donde imperara una cultura de estilo de vida frenético, manejando muchas obligaciones a la vez con poco tiempo para descanso, ocio y sueño.

Eso dicho, a pesar de que, claramente, la ansiedad es tan común, todavía tiene muchos estigmas asociados con ella. Por ejemplo, según la información recopilada por el Centro de Control de Enfermedades, solo el 25% de las personas que han padecido de algún tipo de trastorno mental siente que otros son comprensivos hacia ellos y su problemática. Las investigaciones también sugieren que el miedo a cómo serán juzgados por otros previene que las personas con trastornos mentales busquen ayuda para sus padecimientos. Sin embargo, los expertos enfatizan en que el mero hecho de buscar ayuda puede reducir, de manera significativa, los síntomas físicos de la ansiedad y ayudar a las personas a manejar mejor sus emociones.

De hecho, en una entrevista con el diario “Huffington Post”, Todd Farchione, psicólogo clínico del Centro de Ansiedad y Trastornos Relacionados de la Universidad de Boston, expresó: “Hay formas de buscar ayuda y existe más de una opción disponible. Ellos (los que padecen la ansiedad) pueden sobreponerse a esto. No hay razón para que las personas sufran de la manera que están sufriendo”.

De otra parte, en el campo de trabajo, los supervisores también pueden ayudar a los empleados a manejar mejor su trastorno de ansiedad. A veces, basta con algunos ajustes gerenciales en la oficina para mitigar los efectos de la ansiedad en los trabajadores. 

La conclusión es que las personas con trastornos de salud mental –incluyendo el trastorno de ansiedad– pueden ser empleados sobresalientes. Solo hace falta que los patronos estén dispuestos a hacer ciertos ajustes, a menudo sencillos y nada costosos, como permitir a los empleados que trabajen dentro de horarios flexibles, desde la casa o desde espacios privados dentro de la misma oficina. 

No obstante, de todas las cosas que se pueden hacer, lo que tiene mayor influencia sobre el estado de ánimo y las emociones de los empleados es un ambiente de oficina positivo. De acuerdo con Pamela Hyde, de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental, “patronos, uniones, educadores, proveedores de salud y todos los segmentos de la comunidad tienen que trabajar en conjunto para que podamos ayudar a las personas a sobreponerse a los retos de los trastornos de ansiedad, para que lleven vidas plenas y productivas”.