Tras los estragos que ha generado el paso del huracán Fiona alrededor de todo Puerto Rico, la Universidad Carlos Albizu comienza a preparar sus brigadas de apoyo emocional y servicios comunitarios para impactar a los vecindarios que sufrieron el impacto del fenómeno atmosférico.

Según el rector del Recinto de San Juan, Julio Santana, la iniciativa de las brigadas tiene la intención de servir a comunidades del sur y oeste, que será atendida por miembros del equipo de la Clínica de Centro Universitario Albizu de Mayagüez, y las poblaciones del norte y este, que recibirán los servicios por los grupos basados en la Clínica de la Universidad Carlos Albizu en la capital del país. Las intervenciones darían inicio a partir de la próxima semana.

No obstante, Santana aseguró que el esfuerzo será uno organizado debido a que se comunican con las redes de apoyo, como organizaciones sin fines de lucro, centros de práctica y escuelas, para identificar cuáles son las necesidades psicológicas, emocionales, de colaboración y adiestramiento que apremian en las poblaciones que impactan tras el paso del sistema frontal en el país.

La iniciativa será coordinada por los psicólogos Gilda Rodríguez, Juan Nazario, Domingo Marqués y Melissa Bezares, quien Santana describió como “un equipo altamente especializados en manejos de crisis y primeros auxilios durante el huracán María, los terremotos, durante la pandemia”.

“La visión con la que vamos a trabajar no es ir a responder con las crisis agudas. Esa explosión de problemas emocionales no la vamos a ver todavía porque la gente está pendiente en resolver el asunto de la electricidad, el agua, la alimentación y sus problemas de salud física. En eso está enfocada la población. Pero nosotros sabemos que todos los problemas emocionales van a surgir cuando se comiencen a restablecer estos servicios, que sabemos que se reactivaron con Fiona, que a la vez se suman con los traumas que provocó el huracán María y los terremotos”, explicó.

“Nosotros no estamos con la intención de llegar un día a las comunidades, entregar suministros y ya. Esto es algo que podría durar varios días, varias semanas, podría llegar hasta meses de intervención”, apuntaló.

Fiona provocó el pasado domingo una avería en servicios esenciales como la energía eléctrica y agua potable, además de daños catastróficos en diversas propiedades, particularmente en el centro, sur, suroeste, tras las copiosas lluvias que dejó el ciclón. Por consiguiente, Santana indicó que espera que sus brigadas logren impactar hasta unas 50 comunidades.

“Con la Fundación Ángel Ramos, con la que trabajamos con la gente del suroeste que se afectó por los terremotos del 2020, vamos a ofrecer adiestramientos a las comunidades y organizaciones en primeros auxilios psicológicos y destrezas de recuperación psicológica pos-desastre”, indicó.

Según el doctor, dichos adiestramientos, que serán ofrecidos por estudiantes de posgrado y psicólogos del plantel de educación superior, busca amplificar las herramientas de manejo de desastres para líderes comunitarios y tomar acciones pertinentes para mitigar daños emocionales en momentos críticos.

Igualmente, sus clínicas estarán ofreciendo servicios de salud mental gratuitos para la comunidad general a partir del lunes, desde las 9:00 a.m. hasta las 7:00 p.m. como parte de los operativos de apoyo emocional. Los servicios estarán disponibles de manera presencial y virtual.

Las comunidades e individuos que requieran estos servicios pueden comunicarse al (787) 993-3883, extensiones 1566, 1575, 1201, 1202 para San Juan, o al (787) 472-4885.

Alto el intéres por los servicios psicológicos familiares

Por otro lado, cuando Primera Hora preguntó si el huracán Fiona ha levantado el interés por las organizaciones atender situaciones de ansiedad que se ha generado entre niños y adolescentes, Santana reconoció de diversos entes no gubernamentales han conectado con la institución para solicitar orientación sobre cómo atender emergencias familiares.

“En un periodo de cinco años, hemos sufrido cuatro eventos naturales que han provocado efectos en un nivel desproporcional, únicas en un siglo, como el huracán María, los terremotos más fuertes en los últimos 100 años, la pandemia y, ahora Fiona, con la cantidad de lluvia más grande que ha tenido un fenómeno de este tipo”, indicó.

“Los desastres naturales que han enfrentado la población han sido de nivel catastrófico por el impacto que ha generado. Esto ha desorganizado la vida familiar, emocional, social del país. Y cuando ese impacto es grande, solamente eso genera ansiedad, depresión, coraje, malestar, desorden mental, pérdida de interés, dificultad en la concentración”, explicó.

Incluso, el galeno expuso que empresas y organizacions conocidas a nivel nacional han solicitado los servicios de la Universidad Albizu para apoyar las gestiones de apoyo emocional.

“¿Es posible que los puertorriqueños podamos encontrar un momento para encontrar estabilidad emocional tras cinco años de eventos críticos?”, preguntó este medio.

Santana aseguró que la única forma en la que se pueda trabajar en los problemas de salud mental que se enfrenta a nivel colectivo se podrá atajar cuando se genere una respuesta “integrada y responsable” en la recuperación de la infraestructura del país.

“Se necesita trabajar una respuesta integral en el que asegure que las personas no tengan que vivir en áreas vulnerables, recuperar con premura y organización los servicios esenciales que tanto necesita el país. Al fin, el puertorriqueño es un pueblo luchador, comprometido, que ha sufrido. Así que para haber competitividad, necesitas asegurarle que la gente cuenta con todos los recursos y así no sentir que tengan que migrar y abandonar sus proyectos de vida”, acotó.