“Wow, el que escribió esto vive cerca de mi casa; me describió a los (*%$#@ ) de mis vecinos, exactamente. Nadie sabe lo que se sufre, teniendo vecinos inconscientes y que llevan la maldad dentro de su alma”. Así de contundente fue el comentario de uno de nuestros cibernautas en respuesta a la encuesta que publicáramos el pasado martes y miércoles 29 y 30 de junio, preguntando: “¿Te llevas bien con tus vecinos?”.

En la misma, planteábamos el panorama de los vecinos que piden cosas prestadas y no las devuelven,  que tocan música a todo volumen  hasta  bien entrada la noche, que espían por puertas y ventanas a todo el que entra y sale de las casas  o que repetidamente    bloquean las entradas de las marquesinas como si con ellos no fuera la cosa.  

En fin, hablábamos de aquellos vecinos que  hacen de nuestra vida un infierno. Sus acciones, lamentablemente, opacan las de aquellos otros que siempre están dispuestos a dar una mano, cuando los necesitan, y que son considerados y cooperadores.

Resultados de la encuesta

 En la misma participaron más de 400 personas en menos de 24 horas.

- No los soporto y ni les hablo porque no valen la pena. ¡Desearía que se mudaran! 14.01%

-No me caen bien. Les dirijo la palabra, pero los mantengo a distancia. 14.98%

- Me llevo bien con mis vecinos y no los cambiaría por nada. ¡Ojalá nunca se muden! 17.39%

-   Hemos tenido encontronazos serios y hasta hemos considerado tomar acción legal o hemos llamado a la Policía en algún momento. 17.87%

-   Mis vecinos me son indiferentes; no me molestan a mí ni yo a ellos. 35.75%

¿Qué podemos hacer?

¿Cómo bregar con esa recua de maleducados y desconsiderados con quienes convivimos? Más aún, ¿cómo separar la paja del grano para saber  con qué vecinos vale la pena zanjar las diferencias y a cuáles es mejor darlos por perdidos?
Nadie mejor que José Luis Méndez Muñiz, doctor en sociología, para ilustrarnos al respecto.

Valores y actitudes

“Al  analizar este problema desde mi perspectiva como sociólogo, lo primero que señalo es que se trata de un problema   de valores y actitudes”, expresó el experto. Si los vecinos comparten “los mismos   valores y tienen en mente la necesidad de llevarse bien con el prójimo y juntar esfuerzos para crear una vida comunitaria superior, para todo el mundo, uno puede sentirse muy agraciado. De todas maneras”, advirtió, “no podemos pasar por alto que aun entre personas que se supone que tengan valores y actitudes similares, surgen algunos que se desvían de eso. Quizás eso es lo que predomina en la inmensa mayoría de esos vecinos”.

Cabe señalar que el sociólogo -quien ha vivido en Puerto Rico y Estados Unidos, España y Francia- mencionó que, en lo que a vecinos se refiere, él ha tenido “mucha suerte” y cataloga su experiencia en la comunidad donde reside como “excepcionalmente buena”.

 En todas partes se cuecen habas

Según se desprende por los muchos -y,  a veces, hasta jocosos- comentarios de los cibernautas, es bastante común que el público  piense que el deterioro en los modales y el civismo es un problema que sólo existe en Puerto Rico. Sobre esto, Méndez Muñiz analizó: “Pretender que aquí, solamente, ocurre todo lo malo o, por el contrario, que aquí únicamente pasa lo bueno, es un acercamiento absurdo. Yo, como  sociólogo, no me puedo dar ese lujo. La sociología dicta (que debemos) aquilatar en su justa proporción las realidades”.

Como responsables del desgaste de nuestros valores cívicos y morales, el sociólogo mencionó, entre otros, la problemática de las drogas y “una cultura de guerra”. Ambas trabas sociales, según recalcó, también ocurren en muchísimas otras partes del mundo. Lamentablemente, ambas, también, han minado nuestras relaciones comunitarias considerablemente. “El deterioro (en nuestra sociedad) en los últimos 30 años ha sido dramático”, lamentó el estudioso.

La importancia del ejemplo

Igual que en el seno del hogar el comportamiento de los padres modela las actitudes y opiniones de los hijos -y en las escuelas, el proceder de los maestros influencia a los estudiantes-, el comportamiento de los llamados líderes públicos afecta nuestro modo de actuar y reaccionar. “Uno de los problemas fundamentales que Puerto Rico ha sufrido en los últimos años  es el deterioro radical y escandaloso de la cultura política”, sostuvo preocupado Méndez Muñiz.   “Los problemas de valores y actitudes de los  líderes fomentan el tribalismo (porque ellos mismos) sólo responden a los intereses de sus ‘tribus’”, cualesquiera que sean. “Y esas actitudes tienen un impacto muy grande en toda la sociedad”.

Sálvese quien pueda

Sumándose a la antes mencionada “cultura de guerra” que, de acuerdo con Méndez Muñiz, propugnan desde Hollywood y la televisión hasta la “cultura samurai” de los videojuegos, está el menoscabo de la unidad familiar. “La familia era una institución sólida en nuestro país. Los padres se sacrificaban para que sus hijos tuvieran una vida superior a la que ellos habían tenido. Pero, lo cierto es que esto se ha relajado mucho”.

Amparada en por el deseo de gratificación constante e inmediata y la competencia por tener más que los demás, la modalidad de lo que el sociólogo llama “sálvese quien pueda”, es lo que impera en nuestro día a día.

Tristemente, esto se evidencia en los resultados de nuestra encuesta que revelaron que, a la mayoría, los  vecinos les importan un bledo. Pero, “si uno vive en un vecindario y mantiene una absoluta indiferencia (hacia el prójimo), no disfruta de solidaridad comunal. Y eso es algo muy peligroso porque en los momentos más difíciles” -tragedias familiares, desastres naturales, etc.- “esa solidaridad hace falta y no se puede esperar al último momento para establecerla”.

Consejos del experto

Para mejorar nuestra vida en comunidad, José Luis Méndez Muñiz, sociólogo, aconseja que cobremos “conciencia de que el deterioro de la vida entre vecinos es un problema colectivo. Es preciso que la gente entienda que si hay actitudes dentro de su vecindario que son negativas, lo primero que tendrían que hacer es una especie de intervención para ver quiénes son  los vecinos  más aptos para, juntos, llevar a cabo una acción comunal que ayude a transformar esa mentalidad”.

El ejemplo, según el experto, lo han dado “en muchos residenciales públicos donde han surgido líderes cívicos que han movilizado a sus comunidades. “Alguien tiene que tomar el toro por los cuernos”, acotó.

José Luis Méndez Muñiz  posee un doctorado en sociología y está diplomado de la Universidad de La Sorbonne, en París. Además, es catedrático del Departamento de Sociología y Antropología  y   ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Puerto Rico.

Nuestros cibernautas opinan... ¡y cómo!

A la pregunta de “¿Te llevas bien con tus  vecinos?”, éstas fueron algunas de las elocuentes respuestas:

“Yo tuve que darle una bofetada al hijo del vecino, ya que todos los días ponía música hablando sucio y, por más que se lo dije, él hablaba con su hijo, pero el hijo no lo obedece. Desde que le metí la buena bofetada, todo se arregló”.

tfernando

“A diferencia de la mayoría, yo vivo en Río Grande,  en el campo, y es muy bueno. Los vecinos son muy amables y compartimos mutuamente a diario. Es una comunidad aquí. La mayoría, a pesar de no llevar el mismo apellido, son como si fueran familia, aunque hay una generación de muchachitos que está creciendo ahora, que no es muy buena que digamos”.

bathory

“Cuando me visita mi novio y estamos en el balcón, ¡veo cómo la cortina de la ventana de cristal de mi vecina se mueve y se asoma para ver qué hago! Un día le daré un espectáculo a propósito”.
grapa

“NO molesto a nadie, pero tampoco permito que me molesten a mí. No le caliento las sillas en la casa a nadie, para que no me calienten las mías. En mi vecindario sólo trabajamos como cinco o seis personas; el resto son cuponeros, wic, plan 8, o sea, mamones”.                                                                                                                                                            

Adcuba

“Nos llevamos bien, pero ni entro a su casa ni entra a la mía. ¡El respeto yo lo pongo antes de hacer amistad!”.

SIEMPRE DICIENDO LA VERDAD Y LA GENTE PIENSA QUE ESTOY LOCO
 
“Los vecinos, hay que tenerlos de lejitos. Si necesitan un favor, se está en la mejor disposición. Ahora, cada cual en su casa. La mucha juntilla, como decía mi padrastro, trae piojos”.

Aurora Borealis
 
“Mi vecino tiene un Karaoke y los fines de semana, no hay quien duerma. La esposa y las hermanas, berreando como burros toda la noche. Son las 4:30 de la madrugada... y ni la inepta policía los calla. En un arrebato de coraje, un día de éstos, unos de los vecinos -o yo- nos metemos allá y les limpiamos el pico. Total, en la cárcel es más silencioso”.

mequedosinpalabras
 
“No pueden faltar los vecinos de urbanizaciones que bloquean la única calle de acceso a tu casa y se plantan en el mismo medio con sillas, mesas de domino, nenes jugando, una barbacoa y hasta una piscina plástica, teniendo mas de 1,000 metros de patio para eso, marquesina, balcón, etc. Y cuando te bajas de tu carro para entrar a tu casa, te miran con una cara de ‘Me interrumpiste el party’”.

Without Conscience
 
“Esto es asunto de moral, educación, civismo y de ser buenos cristianos; de respeto a los derechos de los demás y que te respeten los tuyos. Esos valores los perdemos porque queremos, nadie nos puede obligar o influenciar a perderlos”.

radavoy
 
“A mi lado se mudaron unos vecinitos que ponían la música a todo dar que hasta las ventanas vibraban. Menos mal que salí de la casa, vendí, me largué de allí y ni regala’o vuelvo pa’ esa maldita calle. ¡¡¡Uggghhh!!!”.

Intrigada