Una Lola interesante, seguramente, tiene más de una decena de libros por ahí;  algunos visibles para terminar de leerlos y muchos otros cogiendo polvo y sin esperanza de ver la luz. Y ni hablar de las revistas, de ésas sí que debes tener cientos. Ya ni te recuerdas cuántas, porque sino ¿te imaginas el reguero?

En mi caso, tanto revistas como libros van a parar a unos cajones dentro del clóset. Y sí,  me ocupan mucho espacio y a veces nunca termino de  leerlos.

Para solucionar el problema, están los libreros.

Esta pieza no tiene que pensarse solamente en una oficina o área de estudio. Seguramente, muchas revistas de decoración te han dado muestra de sobra de que lo decorativo y práctico van de la mano.

Ahora bien, no creas que cualquier librero tendrá el privilegio de pasar al área pública.  Si ya tienes un librero, piensa en hacerle algunos arreglos como pintarlo de un color que te encante y combine con el resto del área. Para romper con la monotonía, piensa en añadirle color a la parte del fondo de cada tablilla o forrar el mueble completo con papel de empapelar pero por favor, no dejes que el papel se levante y hazlo con cuidado.

Si careces de  uno, te recomiendo aventurarte  en las tiendas de segunda mano o preguntarle a un familiar o amigo si tiene alguno por ahí que no utilice. De seguro, algo bueno aparecerá sin tener que salir a comprar o por un precio muy módico.

Recuerda que

Antes de escoger el tablillero,  piensa el uso que le darás, si será mixto o enteramente para libros. Así irás pensando los textos y accesorios que integrarás o no al mueble.

Considera  cuántos y cuáles  libros deseas incluir para determinar el tamaño de las tablillas que necesitas. Básicamente,  se trata de hacer un inventario.

Si buscando el librero, no encuentras el tamaño que necesitas, cambia de estrategia y vuelve a hacer un inventario de los libros con los que te quedarás. Evalúa también si el librero es  muy pequeño o tienes demasiados accesorios y si el espacio disponible en la casa es más grande de lo esperado.

En esto de poner libros a la vista, ya sea en la sala o comedor, recuerda que todo es válido; una colección de tomos o textos  individuales. Lo importante es que digan algo sobre tu personalidad y te den ganas de leerlos y releerlos siempre que quieras.

Los libros de texto, a menos que los estés usando,  conviene ponerlos a la vista en pocas cantidades. También puedes  considerar venderlos o quedarte solo con los necesarios.

Si tienes un espacio limitado y la sala y el comedor son continuos, considera que esta pieza puede servir como una sutil división para ambas áreas.  También, si te da el espacio y no peques de sobrecargarlo, puedes colocar una butaca cómoda o llamativa al lado, cuestión de que te invite a la lectura.

Este librero está disponible en Furniture Warehouse. Teléfono: (787) 752-1580.

Tablillas superiores

Aquí se vale mezclar  Lo ideal es colocar los libros pequeños o que estén en tu agenda inmediata de lectura, acostados, de mayor a menor. En cuanto a decoración, aquí, menos es más. Incluye  elementos pequeños, recomendó la diseñadora Carmen Gutiérrez.

Tablillas intermedias

En esta área reinan los elementos decorativos     Por eso es recomendable incluir juegos de velas, esferas, una pequeña obra artesanal, pinturas en miniatura y hasta un porta rretrato con una foto familiar.  Aunque algunos decoradores no aconsejan integrar a la decoración este tipo de foto, nunca estará mal incluir alguna que otra y más si tiene un tema en especial. A fin de cuentas, la idea es que te sientas cómoda en tu casa.

Tablillas inferiores

Según explicó Carmen Gutiérrez,   decoradora de interiores de Furniture Warehouse, en esta área debes colocar la mayor cantidad de libros, preferiblemente los más grandes. La idea es que la carga visual quede abajo. Así que no te preocupes si está llena de libros. Aunque en este caso  se utilizaron ambos elementos.