Por Blanca Cuevas / Para Primera Hora

 A muchas personas les preocupan las infecciones de transmisión sexual (ITS), pero son muchos los que por desconocimiento u olvido no las tienen tan presente como debieran. Durante períodos, como el verano, en donde las actividades lúdicas son más frecuentes y estamos más relajados, es importante recordar que debemos estar atentos a los métodos de prevención y realizar pruebas de detección temprana.

Las ITS son muy comunes y la mayoría de las personas activas sexualmente las pueden padecer en algún momento de su vida. Se transmiten de una persona infectada a otra durante las relaciones sexuales por el contacto vaginal, oral y anal. Algunas se transmiten a través del semen, secreciones vaginales y la sangre. Otras se pueden transmitir por el contacto genital piel a piel. 

Algunas de las más comunes son la clamidia, gonorrea, herpes genital, sífilis, virus de papiloma humano y VIH. La mayoría de éstas se pueden curar si se tratan a tiempo. Mientras más rápido la persona combate la infección menos daño puede hacer a largo plazo. Aun las que no tienen cura se pueden tratar para aliviar los signos y síntomas que presentan. 

La detección temprana es importante porque algunas ITS no presentan síntomas. Una persona puede sentirse completamente saludable, pero tener la ITS. Debido a esto es importante hacerse las pruebas, es la única forma de saber que puede estar infectada. Se pueden detectar por una prueba de orina, sangre o muestra de secreciones.

La prevención y la comunicación son esenciales en este proceso. Cualquier persona activa sexualmente está a riesgo de contraerlas si no utiliza medidas de protección. Es importante para la prevención hablar sobre el tema de manera abierta y honesta, sobre lo que están dispuestas a experimentar o no, así como sobre las pruebas y las medidas de protección. 

Como otra medida de prevención se recomienda evitar el consumo de alcohol o drogas, ya que aumentan las probabilidades de realizar conductas de riesgo. El compartir agujas y jeringuillas y objetos personales como rasuradoras y cepillos de dientes también puede exponernos a la trasmisión de las infecciones por la sangre infectada que puede quedar en estos objetos. 

Como parte de los derechos sexuales tenemos el derecho a recibir información y educación y el derecho a la atención de la salud y protección de la misma. Tomar decisiones informadas puede proteger la salud de la pareja, aumentar la satisfacción y el placer en las relaciones sexuales. Validemos estos derechos optando por las mejores decisiones en beneficio de nuestra salud. 

(La autora es directora ejecutiva de Profamilias)