No quieren amores pasajeros, sino que anhelan tener relaciones sólidas… y duraderas. De hecho lo que quieren es casarse otra vez. Y cuanto antes, ¡mejor!

No, no estamos hablando de ellas… sino de ellos. De acuerdo con un estudio reciente llevado a cabo por el diario The New York Times, cada vez con más y más frecuencia, luego de un divorcio, la mayoría de las mujeres buscan relaciones casuales y pasajeras. Por su parte –y según el mismo estudio–, más y más hombres divorciados se sumergen de lleno en su próximo intento de encontrar amor y procuran establecerse sólidamente en relaciones a largo plazo con miras, incluso, a volverse a casar a la mayor brevedad.

¿Todavía te parece imposible creerlo? Sigue leyendo.

El estudio en cuestión fue realizado con la colaboración de varios expertos en relaciones sexuales y amorosas como el escritor George A. Moufarrej, cuyo libro Sexual Euphoria: A Complete Guide for Men and Women (Euforia Sexual: La guía completa para hombres y mujeres) rápidamente se ha convertido en el manual que ha ayudado a incontables parejas a volver a encender la llama del amor en su relación.

Según relató Moufarrej en estrevista exclusiva para Primera Hora, la muestra del estudio incluyó hombres y mujeres desde los 18 años hasta los 60 y 70. Y, en todos los casos, el denominador común era que las personas se habían divorciado recientemente.

Disparidad de criterios

Según el estudio citado, explicó Moufarrej, “se encontró que cuando son jóvenes, las mujeres sueñan con casarse”. Sin embargo, una vez se les derrumba el castillo de cristal de su noción idealizada de lo que era el matrimonio, las féminas divorciadas lo que anhelan “es su independencia. No quieren a nadie interfiriendo en sus vidas. Las que reciben manutención luego de su divorcio (por lo general), no necesariamente necesitan de otra persona para salir a flote económicamente”. Por tanto, no necesitan volver a casarse para sobrevivir. Además, “si ya tienen hijos, no tienen ninguna prisa por tener más prole”. Por ende, según Moufarrej, se encuentran en una posición única y, gracias a las experiencias –malas y buenas- que les ha dado la vida, se sienten más dueñas de sí mismas que nunca… y lo menos que quieren es alguien que vigile sus pasos, que les pregunte cómo y en qué gastan su dinero, y, por supuesto, con quienes salen y adónde.

Del estudio mencionado se desprende, también, que la mayoría de los hombres, acostumbrados a tener quien les cocine, les lave y les planche, los atienda cuando se enferman y, en general, se preocupe por ellos –“como una madre lo haría”, añadió el experto– no conciben su vida solitos e, invariablemente, hacen todo lo posible por volver a casarse.

Por eso, para todos los que están considerando divorciarse con la ilusión de rehacer sus vidas con una nueva pareja, convencidos “de que, esta vez, les irá mejor”, Moufarrej hace la siguiente observación: “Si las personas no cambian (por dentro), nada cambiará y caerán en los mismos patrones de antes”.

Pero, ¿por qué tanto divorcio?

Si, por un lado, se dice que los hombres anhelan relaciones duraderas, ¿por qué cada día se disuelven más matrimonios?

De acuerdo con el escritor y experto en relaciones George A. Moufarrej, la razón principal para que los matrimonios se vayan a pique es que “la vida sexual de la pareja se ha vuelto aburrida o apenas están teniendo sexo”. Peor aún, asegura el experto en relaciones de pareja que, cuando el hombre y la mujer dejan de “demostrarse afecto, se distancian el uno del otro y, entonces, empiezan las peleas debido a la tensión acumulada”. Más aún, las peleas pueden ir aumentando en frecuencia y ferocidad… “y todo porque su vida sexual es aburrida y no supieron cómo volver a encender la llama del amor”. 

Los que no saben cómo enfrentar esto, advierte Moufarrej, los que carecen de introspección, piensan que la felicidad tiene que estar en otra parte. Pero, “si ellos mismos no cambian, eventualmente, su vida con esa otra pareja también se tornará aburrida”, puntualizó.