Un estudio de Georgetown University reveló que los menores en los Estados Unidos pueden comenzar su vida sexual tan temprano como a los diez años de edad. De ahí la importancia,  que la educación dirigida a conocer y explorar su cuerpo comience a temprana edad. 

Mientras, en México, la Red Latinoamericana Consejería de Enfermería en Salud Sexual y Reproductiva del Adolescente, anunció que alrededor de 35 por ciento de los adolescentes en el país empiezan su experiencia sexual entre los 10 y 15 años. La primera relación se da de manera casual, no necesariamente con protección sino más bien el resultado de la presión de grupo o por uso de alguna sustancia.

Como resultado de esto es que la mortalidad materna se ha convertido en la cuarta causa de muerte en menores de 15 años, en México. Mientras, el 30 por ciento de las hospitalizaciones corresponden a jóvenes entre los 10 y 14 años de edad.

Panoramas como éste –incluido las enfermedades de transmisión sexual- se pueden prevenir  a través de una educación sexual completa, advierten expertos en el tema. 

Pero, ¿cómo puede usted evitar que su hijo esté sexualmente activo a tan temprana edad?  Y si ya está activo, ¿cómo puede ayudarlo a que tome las medidas de precaución necesarias para evitar consecuencias? 

-Hable el tema con sus hijos antes que otros u el Internet lo haga. El mensaje de usted será el indicado. Estudios demuestran que aquellos hijos que hablan  sobre sexualidad con sus padres, tienden a esperar más tiempo o a protegerse. 

-Nunca es muy temprano para hablar de sexualidad.

-La curiosidad sexual en esta etapa es normal, así que procure mantenerlo ocupado en actividades extracurriculares, como lo son los deportes o la música. 

-Limite el tiempo en que su hijo está sólo. 

-Hágale saber que la sexualidad no es algo prohibido u oculto, así logrará ganarse su confianza.

-Si no sabe cómo abordar el tema, hágalo a través de una película o programa que muestre una situación similar a la que su hijo podría estar expuesto.